El estatal Instituto de Desarrollo de Corea vaticina que la economía surcoreana decrecerá un 1,1%, lo que supone un recorte de 1,3 puntos de la previsión anterior, que auguraba un crecimiento positivo del 0,2%.
La revisión a la baja considera el impacto económico del COVID-19, que según su análisis se amplía iniciado el segundo semestre, al contrario de las estimaciones previas que anticipaban que la pandemia remitiría desde mediados del año. Puntualiza, asimismo, que otros factores adversos repercutirán en la economía nacional, altamente dependiente del comercio exterior, como el intensificado conflicto entre Estados Unidos y China.
Más detalladamente, pronostica que el consumo privado mermará un 4,6% y las exportaciones un 4,2%, si bien estima aumentarán las inversiones en construcciones un 1,1% y en equipos y maquinaria un 4,2%.
Así, entre las instituciones públicas, el Gobierno es el único que mantiene previsiones de crecimiento positivo para 2020.