El 29 de marzo el Aeropuerto Internacional de Incheon, la principal puerta de entrada a Corea del Sur, cumplió veinte años.

Dicha terminal aérea fue inaugurada en 2001 y en apenas tres años empezó a disfrutar un superávit neto. A partir de ahí mostró un crecimiento anual de un 8% en promedio durante dieciséis años hasta 2020, cuando registró un déficit de unos 4.260 millones de wones al caer más del 80% el tráfico de pasajeros por la pandemia del coronavirus. Se estima que en 2021, el déficit aumentará hasta duplicar el del año pasado. 

En este contexto, la Autoridad aeroportuaria ha trazado un proyecto para crear un complejo de ocio y actividades culturales en la zona colindante, al tiempo de ampliar las instalaciones de carga del aeropuerto, considerando el aumento de comercio online transfronterizo. También impulsará una mayor digitalización del control migratorio, así como la implementación de sistemas de compra asistida por robots o inteligencia artificial sin contacto humano.