Si la natalidad en Corea sigue disminuyendo, la población surcoreana podría llegar a menos de 37 millones de habitantes de aquí a cincuenta años. 

La Oficina Nacional de Estadística vaticina que en 2070 la masa demográfica del país caerá hasta 37.660.000 personas, lo que supondrá una pérdida de 14 millones de habitantes respecto al nivel actual. Según sus estimaciones, la población descenderá en la próxima década y media un promedio del 0,1% anual, pero tras ese periodo, habrá un salto exponencial hasta llegar a un retroceso del 1,2% en 2070, año para el que solo prevén unos 200.000 nacimientos, aunque fallecerán unas 700.000 personas. 

La Oficina de Estadística presenta que el total de habitantes en el país, incluyendo a los extranjeros, empezará a disminuir ocho años antes de lo anteriormente previsto. Uno de los factores que respaldan este pronóstico es la pandemia del COVID-19, que ha derivado en una fuerte caída tanto del volumen de matrimonios como de natalidad, además de limitar los movimientos migratorios internacionales. 

Asimismo resulta inquietante el envejecimiento de la población, pues los mayores de 65, que actualmente suponen el 16% de la población surcoreana, superarán el 30% en 2035 y en 2070 llegarán hasta el 46%. En concreto, para 2070 se espera que el volumen de ciudadanos mayores de 85 años se multiplique por siete respecto al nivel actual, llegando hasta un 14% del total de habitantes en el país. En cambio, la población menor de catorce años bajará un 45% respecto a la cifra actual. 

Esto implica aumentos en el coste de mantener a los mayores, y el número de ancianos a cargo de cada cien ciudadanos económicamente activos se cuadruplicará entre 2020 y 2070, pasando de 22 hasta 101. En otras palabras, cada persona activa deberá mantener a un adulto mayor, hecho que plantea serios debates sobre el problema del empleo en la tercera edad y sobre la necesidad de reformar los sistemas de bienestar social.