El Banco de Corea ha decidido mantener el tipo de referencia en el 3,5% anual, ante la creciente preocupación por el empeoramiento de los índices de exportación y consumo. 

El jueves 23, el Comité Financiero y Monetario del banco central anunció que congelará el tipo de referencia, frenando la tendencia alcista que, desde abril del año pasado, se mantuvo hasta por séptima vez consecutiva. 

Según el Banco de Corea, tras esta medida se espera que la tasa de inflación remita gradualmente, aunque podría mantenerse por encima del objetivo del 2% fijado por el Gobierno.

También confirmó que todavía perdura la incertidumbre económica, recomendando hacer un constante seguimiento de los precios y de posibles factores de riesgo para definir si hace falta recurrir a una nueva subida de tipos. 

Sobre la economía real estima que el crecimiento se ralentizará ante el descenso de las exportaciones y la lenta recuperación del consumo, rebajando la previsión de crecimiento para 2023 del 1,7% al 1,6%. 

Por otra parte, prevé un aumento del 3,5% en precios al consumidor durante este año, un 0,1% menos respecto a la previsión de noviembre, destacando que por el momento se enfocarán en estabilizar los precios mediante políticas restrictivas, aunque a futuro podrían valorar una nueva subida de tipos. 

La última decisión del Banco de Corea sitúa la diferencia de intereses entre Estados Unidos y Corea del Sur en 1,25 puntos porcentuales, aunque podría ampliarse si la Fed decide aumentar sus tipos más de lo previsto durante los primeros meses del año.