El octavo Congreso del Partido de los Trabajadores, considerado el mayor evento político de Corea del Norte, comenzó el martes 5. Kim Jong Un inauguró la reunión con un discurso donde admitió el fracaso de las políticas económicas adoptadas y solicitó un mayor esfuerzo por lograr un país más fuerte. 

La prensa local cubrió el congreso y el discurso de Kim Jong Un, destacando que el líder norcoreano aludió a los objetivos no alcanzados del Plan quinquenal de Desarrollo Económico Nacional, así como a los retos internos y las acciones a realizar para superarlos. 

Kim Jong Un recordó los logros de los últimos cinco años, pero también la incapacidad de lograr muchos objetivos propuestos en el Plan quinquenal de Desarrollo Económico previsto hasta 2020. Definió el octavo Congreso del Partido de los Trabajadores como la ocasión idónea para redoblar esfuerzos, impulsar la lucha por el progreso del partido, completar las tareas socialistas, desarrollar el país y mejorar la vida de los ciudadanos. 

La sesión inaugural del octavo Congreso del Partido norcoreano contó con casi 5.000 integrantes y unas 2.000 personas de público, cifra muy superior a la pasada edición hace cinco años, pese a celebrarse en mitad de la pandemia. 

El congreso continuará unos días más para coordinar las políticas y directrices del Partido de los Trabajadores. Mientras la atención internacional se centra en el mensaje que Pyongyang podría emitir hacia Corea del Sur y Estados Unidos de cara a la llegada de una nueva administración en Washington.