Un total de quince naciones han decidido prohibir o restringir la llegada de viajeros surcoreanos a su territorio, ante la rápida expansión de COVID-19 en Corea del Sur.
Seis de ellos prohíben totalmente la entrada de surcoreanos, entre los que se incluye Israel, que el día 23 ordenó regresar a un avión procedente de Seúl, y actualmente impide la entrada a todo extranjero procedente de Corea. En tanto, países como Baréin y Jordania adoptaron la misma medida.
Por su parte, otros nueve países han establecido controles o restricciones a surcoreanos, incluyendo Macao, que realiza exámenes sanitarios y de cuarentena de más de seis horas a aquellos que visitaron Corea del Sur en los últimos 14 días, Kazajistán que mantiene a esos viajeros en observación médica durante 24 días, y otros como Reino Unido, que somete a aislamiento inmediato a aquellos que presenten síntomas sospechosos.