Kim Jong Un regresó a Corea del Norte tras finalizar una visita de seis días a Rusia por invitación del presidente Vladimir Putin, viaje que sirvió para activar los intercambios entre ambos países, que se estima avanzarán rápidamente tras la reunión del próximo noviembre en Pyongyang. 

La visita del líder norcoreano terminó en Vladivostok para luego volver a su país. Además de los acuerdos, durante su estancia en Rusia Kim presenció un espectáculo de ballet y se reunió con jóvenes norcoreanos que estudian en dicho país. Asimismo, recorrió una fábrica de equipos militares, donde fue obsequiado con varios tipos de drones y trajes antibalas. 

En cuanto a la cumbre del miércoles 13 con Putin en el cosmódromo Vostochni no ofrecieron detalles, ni tampoco hubo firma de acuerdos, aunque sí emitieron un claro mensaje de acercamiento entre Corea del Norte y Rusia, principalmente en el sector defensa. 

Como primer paso para acelerar los intercambios bilaterales, Pyongyang y Moscú celebrarán en noviembre una reunión intergubernamental. Rusia enviará una delegación masiva a la capital norcoreana de altos cargos de comercio, turismo y sector agrícola, mientras que Putin podría viajar a Corea del Norte los próximos meses. 

El régimen norcoreano explicó que el reciente viaje de Kim Jong Un a Rusia abre un nuevo capítulo en la historia de las relaciones bilaterales entre ambos países, mientras que el Gobierno ruso aludió a Corea del Norte como su vecino más cercano.

Incluso el ministro de Exteriores de Rusia, Sergéi Lavrov, declaró que más allá de la presión que ejerce Occidente, Moscú seguirá promoviendo sus lazos con Pyongyang, resaltando que las sanciones internacionales contra Corea del Norte no fueron impuestas por Rusia, sino por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. 

Tras la vuelta de Kim Jong Un a Pyongyang, los cancilleres de Rusia y de China se citarán sucesivamente en Moscú, para hablar, entre otros temas, de los resultados de la cumbre entre Kim Jong Un y Vladimir Putin.