Varios componentes de misiles con letras coreanas fueron hallados en Ucrania, prueba que respalda las sospechas existentes de que Rusia estaría usando proyectiles norcoreanos en la guerra contra Ucrania, incumpliendo las sanciones internacionales que prohíben cualquier tipo de comercio sobre armamento con Corea del Norte. 

El día 11 de enero, la oenegé británica Conflict Armament Research, que se dedica a rastrear e investigar el suminstro mundial de armas convencionales, localizó y recogió en Járkov municiones y otros equipos militares relacionados.

Entre las partes halladas figuran un fragmento del fuselaje de un misil con una letra similar a la letra 'ㅈ' del alfabeto coreano, así como un motor y una batería con el número 112. 

En base a esos datos, la oenegé británica afirma que la inscripción del proyectil pudo haber sido "Fabricado el 11 de febrero", indicando la fecha de fabricación de dicha arma en cuestión, o bien "Juche 112" (주체 112). "Juche 112" es la expresión norcoreana para referirse a 2023, según un sistema propio de enumeración de los años, que empieza en 1912, año en que nació el fundador de Corea del Norte, Kim Il Sung, al que denominan como Juche 1.

Además, tras analizar el motor, las aletas y los tornillos, estimó que los misiles norcoreanos usados por Rusia en Ucrania podrían ser tipo KN-23 o KN-24.

El pasado día 4 de enero, el Gobierno estadounidense denunció que Rusia estaba usando misiles balísticos norcoreanos contra Ucrania, presuntamente del modelo KN-23, y el día 22, los embajadores de unos cuarenta países de la ONU, emitieron una declaración conjunta, exigiendo frenar el comercio de armas. Sin embargo, tanto Pyongyang como Moscú negaron rotundamente dichas transacciones.

Conflict Armament Research señala que el sistema mundial de no proliferación de armas se debilitará aun más con las importaciones de drones de Irán a Rusia en 2022, y con la importación de misiles balísticos y otros armamentos de Corea del Norte desde 2023.