Cerca de 380 ciudadanos afganos llegarán el jueves al Aeropuerto Internacional de Incheon en un avión militar surcoreano, según un anuncio oficial del Gobierno.

Se tratan de trabajadores que prestaron servicio durante años en la Embajada de Corea del Sur en Afganistán o en hospitales o centros de capacitación fundados por Seúl en dichas tierras, y sus familiares. 

En reconocimiento de sus labores, estas personas entrarán al país con estatus de "colaborador especial" y no como "refugiados". 

Según dio a conocer el segundo viceministro de Exteriores, Choi Jong Moon, después de que se intensificara el caos en Afganistán tras la retirada de las tropas estadounidenses de dichas tierras, la Cancillería registró múltiples solicitudes de evacuación por parte de sus empleados locales, a las que el Gobierno surcoreano respondió enviando tres aviones militares al aeropuerto de Kabul, en estrecha cooperación con sus aliados.

Tras llegar al país, los evacuados deberán pasar por un control sanitario, incluida la prueba PCR, para luego desplazarse a un centro de acogida provisional, instalado en el Instituto Nacional de Desarrollo de Recursos Humanos del Servicio Público, en Chungcheong del Norte. 

En el operativo de evacuación en Afganistán, también participan varios países occidentales, como Estados Unidos, Reino Unido, Alemania y Francia, que ya han acogido a sus colaboradores locales.