Los ministros de Defensa de Corea del Sur, Estados Unidos y Japón se reunieron después de dos años y siete meses y valoraron posibles medidas para contrarrestar las amenazas de Corea del Norte, tales como unas maniobras regulares de alerta contra misiles, en base a una firme cooperación tripartita.

Durante el fin de semana Lee Jong Sup, Lloyd Austin y Nobuo Kishi se encontraron en el Hotel Shangri-La de Singapur, en paralelo a la Cumbre de Seguridad de Asia. 

Los tres funcionarios intercambiaron opiniones sobre estrategias conjuntas contra la ambición nuclear norcoreana, la situación en Corea del Norte y las variables que desafían la seguridad del Indo-Pacífico, y se comprometieron a colaborar más estrechamente para instaurar la paz y una completa desnuclearización de la península coreana.

Para lograr dicho objetivo, insistieron en la importancia de cumplir las sanciones de la ONU contra Pyongyang a nivel internacional, para acabar con prácticas ilegales como el trasbordo de combustibles o materiales en alta mar.

También acordaron efectuar regularmente ejercicios de alerta contra ataques con proyectiles, y de detección y rastreo de misiles balísticos, que de momento se llevan a cabo de forma no permanente. Además, decidieron dar a conocer más ampliamente la magnitud y los equipos militares usados, para lanzar una advertencia a Corea del Norte.

En esta misma línea, dejaron entrever que en adelante podrían presionar más fuerte a ese país a nivel militar, reanudando otras maniobras entre Corea del Sur, Estados Unidos y Japón interrumpidas en 2018 al agravarse las relaciones entre Seúl y Tokio, como ejercicios anti submarinos, antiterrorismo y de búsqueda y rescate; aunque el Ministerio de Defensa surcoreano considera prematuro realizar entrenamientos militares de gran envergadura junto con Japón.

En tanto, durante la reunión bilateral de ministros de Defensa Corea-EEUU celebrada antes del encuentro tripartito, Lee y Austin acordaron continuar a nivel ejecutivo con los debates sobre el despliegue de equipos estratégicos del Ejército estadounidense, y otras medidas oportunas para reforzar el poder disuasivo de ambas naciones.