El KF-21, el primer avión de combate supersónico construido al cien por cien con tecnología nacional, realizó con éxito su primer vuelo de prueba el martes 19, veinte años después de arrancar el proyecto para su desarrollo. Si las etapas de pruebas avanzan tal como está previsto, se prevé que en una década Corea del Sur contará con 120 unidades de dicho modelo. 

Bautizado como Boramae, el caza KF-21 despegó de un aeródromo de la Fuerza Aérea ubicado en Sacheon, al sureste del país, y sobrevoló dicha área y otras localidades aledañas de la costa sur durante 33 minutos a unos 430 kilómetros por hora, aunque puede alcanzar una velocidad máxima de 2.200 kilómetros por hora, es decir 1,8 Mach.

El ensayo sirvió para comprobar las funciones básicas de la aeronave, si presentaba problemas al despegar o aterrizar, y si los sistemas de control operaban óptimamente en vuelo y mantenían una velocidad uniforme. 

Concluido el primer vuelo con éxito, el proyecto de desarrollo de cazas nacionales pasará a la fase de pruebas, que consistirá en más de 2.000 vuelos y una serie de evaluaciones sobre su potencial de combate, para luego comenzar de lleno con la producción en masa desde el año 2026. 

El objetivo de la Fuerza Aérea es desplegar 120 KF-21 hasta 2032, para sustituir unos cien aviones que operan desde hace treinta o cuarenta años, próximos a culminar su vida útil. 

El KF-21 es un caza de generación 4.5 equipado con radar AESA y sistemas de detección y rastreo de rayos infrarrojos, íntegramente fabricados con tecnología nacional, aunque se espera que con un poco más de desarrollo tecnológico evolucione en un avión furtivo de quinta generación, similar al F-35. 

Tras finalizar el proyecto en 2026, Corea del Sur se convertirá en la octava nación del mundo capaz de desarrollar un caza supersónico.