Por primera vez en siete años, el Gobierno surcoreano ha modificado el currículo académico de las escuelas de primaria y secundaria, y también el de bachillerato, para mejorar la educación digital.  

El jueves 22, el Ministerio de Educación anunció el Nuevo Currículo Académico 2022, cuyo principal objetivo es fomentar la capacidad digital de los alumnos, de cara a formar talentos en profesiones de futuro.
 
Uno de los principales cambios consiste en duplicar las horas de Tecnologías de la Información (datos, algoritmos, programación, etc.) en las escuelas de primaria y secundaria.

Con esta reforma los alumnos de quinto y sexto grado, que actualmente reciben 17 horas de clases de Tecnologías de la Información, tendrán más de 34 horas de esas materias, mientras que los alumnos de secundaria pasarán de 34 a 68 horas de contenidos que se estima les prepararán mejor para el futuro, además de tener una mayor demanda hoy en día.  

En tanto, crearán nuevas asignaturas optativas para los alumnos de bachillerato en el área de Ciencias y Tecnología, como por ejemplo "Conceptos básicos de inteligencia artificial", "Ciencia de datos" y "Software para la vida cotidiana", entre otras.

Por otra parte, las clases de matemáticas volverán a incluir "operaciones con matrices", contenido que eliminaron del temario en 2009 por su gran complejidad, pero cuya importancia ha aumentado recientemente por su uso en inteligencia artificial. 

Los alumnos de primer año de bachillerato cursarán todos las mismas asignaturas, pero a partir del segundo año podrán elegir entre las asignaturas optativas, según sus necesidades y aptitudes. 

Asimismo, el nuevo currículo académico muestra una mejora sustancial en materia de educación sobre seguridad, contenido cuya relevancia quedó de manifiesto a raíz de la tragedia de Itaewon.

En primer y segundo grado de primaria impartirán 64 horas de clase sobre seguridad, y desde tercer grado hasta bachillerato ofrecerán clases teóricas y actividades experimentales sobre cómo actuar ante hipotéticas situaciones de riesgo, como podrían ser las avalanchas humanas.