Corea del Sur ha asegurado una corteza submarina con manganeso para actividades exploratorias. Su tamaño es 5 veces más grande que la ciudad de Seúl, tiene una extensión de unos 3.000 kilómetros cuadrados, y se ubica en el Pacífico Occidental. Su exploración por parte de Corea fue autorizada durante la vigésimo segunda asamblea general de la Autoridad Internacional de Fondos Marinos.

Se estima en aproximadamente 40 millones de toneladas la cantidad de manganeso existente en ese lugar. Explotar 1 millón de dicho recurso cada año tendrá un efecto similar al de importar minerales durante 20 años, por valor de 6 billones de wones.

El manganeso es un recurso minero formado a partir de elementos metálicos contenidos en aguas marinas y que se da en pendientes submarinas a una profundidad de entre 800 y 2.500 metros.

La corteza sobre la que Corea del Sur ha obtenido el derecho de exploración suscitó un agudo interés entre diversas naciones, por su cuantiosa reserva de tierras raras, un material indispensable para la fabricación de dispositivos de última generación, como baterías para coches eléctricos.