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Política / Régimen
Kim Il Sung
& Kim Jong Il
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Corea del Norte bajo el gobierno autocrático de Kim Il Sung
Kim Il Sung consolida Gobierno Autocrático
El poder de Kim Il Sung, que no dejaba lugar a ningún tipo de retos, cimentó los fundamentos para la idolatría por su persona y la futura sucesión del poder
Durante la década de 1970, Kim Il Sung estableció un sistema bajo el cual la nación entera fue sometida a un gobierno autocrático, con él mismo como presidente y su hijo, Kim Jung Il como su sucesor. Un culto al líder, que casi llega a la deificación, se desarrolló entorno a Kim Il Sung y su hijo, estableciendo las bases para el futuro surgimiento de Kim Jong Il al poder. Naturalmente, aquellos hombres que se opusieron al sistema “dinástico” fueron marginados y convertidos en víctimas de la “purga política”. Asimismo fue la nueva Constitución que estableció por escrito el sistema autocrático.

En la primera reunión de la quinta SPA celebrada en diciembre de 1972, una nueva “Constitución Socialista”, que reemplazó la “Constitución de la República Popular” de 1948, fue anunciada. La nueva ley suprema del país reorganizó las entidades políticas y las organizaciones institucionales relacionadas con el presidente, completando el sistema autocrático de Kim Il Sung.

La “Constitución Socialista” vertebró el sistema legal de Corea del Norte hasta que se ejecutó una serie de revisiones en 1992 para crear las condiciones adecuadas para la sucesión del poder por parte de Kim Jung Il. Éste, por su lado, comenzó su “aprendizaje como heredero” en septiembre de 1973, ocupando el cargo público de secretario del Partido de los Trabajadores. Mientras tanto, el proceso de purga política contra los que se oponían a la sucesión de Kim Jung Il continuó, durante el cual el hermano menor de Kim Il Sung, Kim Young Ju, y varios líderes militares, incluyendo Kim Dong Gyu, Rhee Yong Mu y Ryu Jang Sil fueron eliminados en 1973.
La Declaración Conjunta del 4 de Julio
Las principales figuras que participaron en la adopción de la Declaración Conjunta del 4 de Julio: jefe de KCIA de Corea del Sur, Lee Hu Rak (izquierda),
y el viceministro norcoreano, Park Sung Chol, (derecha)
El contacto clandestino entre los líderes del Norte y del Sur dieron lugar a la “Declaración Conjunta del 4 de Julio” en 1972. Luego de los encuentros secretos celebrados en Panmunjeom, otras reuniones secretas en Seúl y en Pyongyang entre el jefe de inteligencia de Corea del Sur, Lee Hu Rak, y el viceministro norcoreano Park Sung Chul resultaron en la declaración conjunta, la cual fue anunciada simultáneamente por los gobiernos de ambas Coreas. Centrada vagamente en los principios de paz en la península y las iniciativas para iniciar el diálogo intercoreano, la declaración conjunta consistió en:

① los “tres pilares de la reunificación” – independencia, paz y solidaridad entre el pueblo coreano-,
② abstenerse a hacer propaganda uno en contra del otro y prohibir el uso de la fuerza militar,
③ implementar varias iniciativas de cooperación intercoreana,
④ cooperación en las operaciones de la Cruz Roja,
⑤ instalar una línea telefónica directa entre el Sur y el Norte,
⑥ establecer un comité de coordinación intercoreana,
⑦ y cumplir fielmente las cláusulas de la declaración conjunta.

Aunque las dos Coreas fracasaron en ajustar sus posturas fundamentales sobre la reunificación, la declaración conjunta fue en efecto un hecho extraordinario en el sentido de que estableció un canal directo de diálogo político entre ambos gobiernos.

Desde el punto de vista de Corea del Norte, la declaración conjunta sirvió para pulir el gobierno autocrático de Kim Il Sung. Económicamente, la declaración intentó acortar la brecha entre las dos Coreas. Mientras tanto, vista desde afuera, la declaración demostró que Corea del Norte estaba diversificando sus canales diplomáticos. La estabilidad política de Corea del Norte, que la declaración permitió, continuó durante la década de 1970 y prevaleció hasta la muerte de Kim Il Sung en 1994.
Diplomacia Diversificada

Inicialmente, Corea del Norte desplegó una diplomacia limitada, manteniendo relaciones sólo con países comunistas como China y la Unión Soviética. Sin embargo, la competencia entre las naciones comunistas empujó a Corea del Norte a entablar lazos con estados neutrales en la década de 1960. En los años 70s, las relaciones con los llamados países occidentales marcharon bien gracias a una serie de eventos internacionales: la adhesión de China a las Naciones Unidas en 1971, el descongelamiento de las relaciones sino-estadounidenses después de la visita del presidente Nixon a China de 1972, la normalización de los lazos China-Japón y el frecuente diálogo intercoreano que hubo en el seno de la ONU y otras organizaciones internacionales.

Kim Il Sung y el líder yugoslavo Tito

Kim Il Sung concede una condecoración a Fidel Castro

En la 6ª Reunión del Partido celebrada en octubre de 1980, la cúpula dirigente de Corea del Norte anunció tres principios fundamentales de sus políticas exteriores – autodependencia, amistad y paz – y siguió buscando establecer relaciones diplomáticas con los países “occidentales”.

Los esfuerzos por entablar relaciones con Estados Unidos continuaron también en este período. En enero de 1984, nuevas medidas para promover la distensión en la península coreana fueron impulsadas por la SPA y el Comité Popular Central, e incluso una propuesta fue elaborada para convocar una reunión trilateral entre las dos Coreas y Estados Unidos.

Economía bajo Presión
La planta de hierro de Kim Chaek: la planta manufacturadora de hierro más grande de Corea del Norte, ubicada en Chongjin en la Provincia de Hamgyung del Norte. La carencia de materias primas detuvo ocasionalmente el funcionamiento de la fábrica.

Corea del Norte tuvo un período relativamente estable durante las décadas de 1970 y 1980 bajo el sólido gobierno autocrático de Kim Il Sung.

No obstante, las limitaciones del socialismo amenazaron pronto con desacelerar la economía norcoreana. El esquema de la competencia laboral socialista, el apoyo proveniente de países comunistas y las políticas de economía planeada, combinadas con la infraestructura industrial que ya había en Corea del Norte, crearon la ilusión de que la nación estaba creciendo rápidamente.

Sin embargo, las repercusiones económicas de los esquemas estalinistas de crecimiento en la Unión Soviética, el enfrentamiento sino-soviético, la diplomacia equidistante de Corea del Norte, las limitaciones inherentes de la estructura económica norcoreana dependiente de la movilización y su marginación de las principales economías de mercado del mundo, todo combinado, obstruyeron el crecimiento económico de Corea del Norte. La brecha económica entre las dos Coreas se amplió gradualmente desde la década de 1970.

El Primer Plan Sexenal (1971∼1976)

Este plan fue anunciado en la 5ª Reunión del Partido en 1970 con el objetivo de materializar las “tres principales revoluciones tecnológicas” y mejorar la estructura industrial de Corea del Norte. Es destacable el énfasis que se puso en la tecnología y en el capital, reconociendo las limitaciones de la estructura económica dependiente de la movilización. El plan se enfocó en introducir la tecnología, el capital y los equipos de países occidentales. Sin embargo, la deuda externa se convirtió en un problema serio en 1975, a medida que se dilataron la amortización de los préstamos internacionales y el pago correspondiente a los bienes importados.

Además, la cadena de mando que regía las políticas económicas norcoreanas y el ensanchamiento de la escala económica de Corea del Norte crearon graves problemas que afectaron las infraestructuras sociales, tales como los sectores de energía y transporte. En 1975 se anunció que el plan sexenal terminó exitosamente, habiendo alcanzado supuestamente todas sus metas 18 meses antes de lo previsto.

Sin embargo, en realidad este anuncio fue más bien una medida para abortar el plan, ya que se hizo claro que se necesitaban drásticas modificaciones en cuanto a la planificación económica. De ahí, Corea del Norte promulgó un “período amortiguador” de dos años, durante el cual se hicieron esfuerzos para reparar los sectores de la economía en crisis.

El Segundo Plan Septenal (1978∼1984)

Este plan enfatizó la creación de una economía autodependiente, modernizada y orientada hacia la ciencia. La meta era aumentar el ingreso nacional unas 1,9 veces con relación al año 1977 e incrementar la producción bruta de bienes industriales y de granos unas 2,2 veces y a 10 millones de toneladas, respectivamente.

En febrero de 1985, se anunció que todos los objetivos establecidos se habían logrado a finales de 1984. Como en el caso del previo plan sexenal, el inicio de un período amortiguador de dos años después de dicho anuncio implicó que el plan había sido un fracaso. Algunos aspectos destacables del segundo Plan Sexenal fueron:

△la implementación de metas adicionales, tales como los “10 objetivos para la construcción de una economía socialista en las postrimerías de la década de 1980” y las “4 áreas de desarrollo de recursos naturales” y
△el interés por una economía más abierta, reflejado en la búsqueda de proyectos económicos externos de mayor alcance, en la promoción del comercio y en la promulgación de la “Ley de Negocios Conjuntos”.

Ley de Negocios Conjuntos

Esta ley se dio a conocer en la reunión de SPA el 8 de septiembre de 1984 con el objetivo de impulsar el intercambio económico y tecnológico con países extranjeros, así como proyecto de co-inversión. Oficialmente conocida como “Ley sobre la Operación de Negocios Conjuntos”, la intención era asegurar el combustible, las materias primas, la tecnología y el capital para revitalizar la economía en su totalidad y satisfacer las necesidades económicas de la población.

La ley mostró esencialmente que Corea del Norte estaba consciente de que su economía estaba estancada y que obtener préstamos del exterior sería difícil. En marzo de 1985, se aplicaron adicionalmente medidas legales e institucionales en forma de “reglamentos para la operación de negocios conjuntos” e “impuesto sobre la renta para los extranjeros”. Los participantes clave de tales proyectos fueron otros países comunistas, así como coreanos pro-comunismo que residían en China, Rusia y Japón. Corea del Norte también trató de atraer inversión del exterior, como por ejemplo de Corea del Sur, Japón, Taiwán, Hong Kong, Reino Unido, Francia y Australia.

El Tercer Plan Septenal (1987∼1993)

Como el segundo plan septenal, el tercero tuvo por objeto construir una economía autosuficiente, modernizada y orientada hacia la ciencia. Lo que se intentó fue incrementar el ingreso nacional unas 1,7 veces (un crecimiento anual de un 7,9% en promedio) y aumentar la producción bruta de bienes industriales y de granos unas 1,9 y 1,4 veces, respectivamente. Algunos de los “10 objetivos” fueron modificados para incluir nuevas metas concernientes a la producción y la construcción. Los aspectos centrales del tercer plan septenal fueron:

△objetivos reducidos que reflejaron el estancamiento de la economía en general,
△la innovación tecnológica como prioridad número uno, y
△énfasis en la cooperación comercial y económica con países extranjeros. Corea del Norte expresó la voluntad de abrir su economía al crear la “Zona de Comercio Libre de Najin-Sunbong” en línea con el proyecto del Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas (UNDP) para el desarrollo del delta del Tío Túmen.

Frente a la celebración de los Juegos Olímpicos Seúl 1988, Corea del Norte movilizó numerosos recursos laborales e introdujo una enorme inversión de capital para organizar el décimo tercer Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes; pero los resultados fueron poco satisfactorios. La caída de los socios económicos de Corea del Norte, que fue una consecuencia del colapso de la Unión Soviética y el desmoronamiento de los Estados comunistas de Europa Oriental, la agenda nacional dominada por las políticas, la carencia de recursos y otros factores negativos condujeron el plan al fracaso.

Sólo se logró incrementar el ingreso nacional un 61% de lo planeado originalmente, mientras que las exportaciones se estancaron y el crecimiento de los principales sectores de la economía llegaron apenas a entre el 20% y el 50% de la meta fijada inicialmente. Por primera vez, Corea del Norte no tuvo otra alternativa que admitir que había fracasado.

Cambios en las Relaciones Intercoreanas

Las conversaciones entre los dirigentes de las dos Coreas progresaron muy poco a partir de la Declaración Conjunta del 4 de Julio de 1972. Todo diálogo que comenzó entre ambas partes resultó en una riña y la mayoría del contenido de la declaración no fue llevada a cabo. Sin embargo, cambios sutiles empezaron a percatarse en las relaciones intercoreanas.

La tensa atmósfera y la animosidad se calmaron parcialmente, y los eventos intermitentes como el diálogo a nivel de la Cruz Roja, las reuniones de las familias separadas y el suministro de ayuda a los norcoreanos se llevaron a cabo. Hacia finales del gobierno de Kim Il Sung, los proyectos de cooperación económica fueron aludidos en el marco de reuniones de trabajo. Aunque fue cancelada debido a la muerte de Kim Il Sung en 1994, incluso la celebración de una cumbre intercoreana se discutió entre Seúl y Washington.

El diálogo a nivel de la Cruz Roja y el reencuentro de familias separadas
La primera edición del reencuentro de familias separadas del año 1985

la Cruz Roja Surcoreana propuso a su contraparte norcoreana celebrar dichos eventos a través de la emisora KBS el 12 de agosto de 1971.

Dos días después, la Cruz Roja Norcoreana dio su visto bueno a la propuesta, permitiendo la organización de la Reunión Intercoreana de la Cruz Roja. No obstante, la primera y la segunda ronda de conversaciones produjeron muy pocos resultados, pues sólo se limitaron a definir cinco principios básicos para el reencuentro de las familias separadas durante la Guerra de Corea: confirmar la dirección de los miembros de las familias separadas (si siguen vivos), visitas y reuniones libres, libre intercambio de cartas, y otras especificaciones que siguen los principios humanitarios. Las reuniones concluyeron después de que la Cruz Roja Norcoreana anunciara que enviaría ayuda para las personas afectadas por las inundaciones masivas que se produjeron en Corea del Sur en el año 1984.

Al cabo de tres rondas de diálogo, se logró un acuerdo para el reencuentro de las familias separadas. Del 20 al 23 de septiembre de 1985, los presidentes de la Cruz Roja de ambas Coreas guiaron a 151 miembros de aquellas familias, que fueron separadas durante la guerra, a Seúl y a Pyongyang. Aunque se efectuó temporalmente y bajo una estricta supervisión, el viaje transfronterizo de civiles fue posible por primera vez en las tres décadas de historia de la división nacional. La mayoría de esa gente no sabía antes de este evento si sus seres queridos estaban vivos o muertos. Sin embargo, luego de esa primera vez, el segundo reencuentro de familias separadas no se llevó a cabo hasta el año 2000.

Cooperación Económica a Nivel del Sector Privado

Las relaciones intercoreanas no sólo mejoraron a nivel de iniciativas humanitarias, tales como el reencuentro de familias separadas y el envío de asistencia de auxilio. Aunque en forma limitada, comenzaron también otros tipos de transacciones e intercambios entre las dos Coreas, dando señales de que el Sur y el Norte estaban acercándose lentamente.

Las bases para la cooperación económica a nivel del sector privado se crearon, mientras intercambios se realizaron entre las empresas sur y norcoreanas. Un hecho destacable fue la visita a Pyongyang financiada por Chung Ju Young, el entonces presidente del Grupo Hyundai. En aquella ocasión, Chung se entrevistó con la mayoría de los líderes norcoreanos, incluyendo a Kim Il Sung, antes de su regreso a Seúl.

La visita marcó prácticamente el inicio de la cooperación económica intercoreana, traduciéndose concretamente en un programa de viajes de surcoreanos al monte norcoreano Geumgang. Aunque el proyecto consistió en una idea vaga y no se puso en práctica hasta diez años después de esa visita, la mera posibilidad de que ciudadanos comunes del Sur podrían pisar territorio norcoreano hizo historia.