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Corea del Sur envió el 30 de noviembre un tren a Corea del Norte para realizar estudios preliminares a la reconexión y modernización ferroviaria intercoreana, específicamente para inspeccionar los raíles. Se estima que el tren viajará un total de 2.600 kilómetros durante 18 días para analizar el estado de las vías férreas.

Las líneas que las dos Coreas pretenden reconectar son la de Gyeongui, al oeste de la península, y la línea Donghae, en la costa este. La primera se extiende desde Seúl hasta Sinuiju y en su extremo norteño se une al ferrocarril chino, mientras que la última sigue la línea costera oriental hasta llegar a Rusia, punto donde podría conectar con el Ferrocarril Transiberiano, lo que significa que tras unir los tramos, las dos Coreas podrían inaugurar una ruta directa de tren de Busan, desde el extremo de la península coreana hasta Europa.

Las dos Coreas inspeccionarán primero los rieles de la Línea Gyeongui y luego los de la Línea Donghae. Para ello, usarán el tren que el Sur envió el día 30, el cual tras recorrer las vías férreas de Gyeongui no regresará al país, sino que irá directamente a la de Donghae usando una línea ferroviaria norcoreana entre las dos anteriores. El tren en cuestión consta de una locomotora más seis coches, incluyendo un furgón generador, un vagón de carga, un coche cama y otro de pasajeros.

La reconexión ferroviaria es un proyecto prometedor para la cooperación intercoreana, pero más en términos económicos, ya que su conclusión exitosa implicará el nacimiento de un sistema de trenes pan-eurasiático, que permitirá traslados sin interrupciones de personas y cargas por ferrocarril desde la punta sur de la península coreana hasta Europa. Y sobra decir que esto generará enormes efectos económicos, que a su vez contribuirán directa e indirectamente a la reconciliación intercoreana y la paz regional.

Sin embargo, para ello serán indispensables los esfuerzos del Gobierno surcoreano, tanto en la coordinación de las tareas relacionadas con la reconexión de las vías férreas propiamente dichas, como también para convencer a Estados Unidos y la comunidad internacional de la importancia de este proyecto, máxime porque a fin de proseguir con él será necesario que la Organización de Naciones Unidas haga una excepción y desactive algunas sanciones contra Corea del Norte. Al respecto, una fuente del Consejo de Seguridad de la ONU aclaró esta semana que la última exención de sanciones concedida a la reconexión ferroviaria intercoreana es una medida puntual para los estudios e inspecciones preparatorias, y que si en adelante el proyecto requiere enviar o entregar a Corea del Norte bienes, materiales o equipos, precisaría suprimir más restricciones.