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En Corea del Sur fue emitido el primer dictamen que fija una indemnización por daños y perjuicios contra el Estado norcoreano y contra el líder de ese país, Kim Jong Un. Los demandantes son dos hombres que fueron hechos prisioneros por Corea del Norte durante la guerra y fueron sometidos a trabajos forzosos por más de cincuenta años, hasta que lograran desertar con más de setenta años. El caso resulta significativo al ser el primero en que el Poder Judicial surcoreano reconoce poder juzgar demandas o peticiones relacionadas con Corea del Norte. 

Entrando en detalle, el dictamen fue emitido por el Tribunal Central del Distrito de Seúl, a favor de los demandantes, y dictamina que en base a los daños y perjuicios ocasionados, el Estado y el dirigente norcoreano deben abonar a cada demandante una indemnización de unos 22 millones de wones. En un principio, la parte demandante exigió una indemnización de 600 millones de wones por persona, alegando haber sido víctimas de actos ilícitos y violaciones de derechos humanos por tiempo prolongado. El tribunal, sin embargo, dictó una indemnización menor al afirmar que los responsables directos son los difundos líderes de Corea del Norte, Kim Il Sung y Kim Jong Il, y que el actual dirigente, Kim Jong Un, es su heredero, y por tanto recalcularon la indemnización en base al porcentaje de la herencia recibida. Así, concluyó que Corea del Norte y Kim Jong Un deben entregar a cada demandante una cuantía de 22.460.000 wones.

No obstante, y considerando la situación de las dos Coreas, se estima que el dictamen no tendrá cumplimiento práctico y la sentencia podría quedar en “papel mojado”. Pese a todo, los abogados de los demandantes anticiparon que solicitarán que dicho abono sea con cargo a las partidas que debieron ser enviadas a Corea del Norte, como por ejemplo las regalías por uso de imágenes de la Televisión Central norcoreana, pero que permanecen retenidas en Corea del Sur pues las sanciones internacionales bloquean las transferencias financieras a ese país.