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Mientras en la clase política estadounidense surgen voces que cuestionan la reforma de la Ley de Desarrollo de Relaciones Intercoreanas, que prohíbe el envío de panfletos hacia Corea del Norte, en el Capitolio incluso se planteó la opción de pedir al Gobierno surcoreano que valore modificar algunos puntos de esa ley en una audiencia puntual convocada para debatir sobre el tema. En este contexto, en Corea del Sur hay opiniones contrarias. Si bien algunos comprenden el objetivo de la audiencia en Estados Unidos y coinciden con los convocantes en la necesidad de ajustar dicha normativa, otras voces critican que los estadounidenses cuestionen la ley anti folletos sin conocer bien la realidad surcoreana, que requiere firmes medidas firmes para defender la seguridad nacional y garantizar el derecho a la vida de la población fronteriza.

La audiencia en cuestión sobre la Ley de Desarrollo de Relaciones Intercoreanas, cuya reforma entró en vigor no hace mucho en Corea del Sur, comúnmente referida como “ley de prohibición de folletos anti-Pyongyang”, tuvo lugar en el Congreso estadounidense el día 15 de modo virtual. Fue convocada por la Comisión de Derechos Humanos Tom Lantos, un grupo bipartidista de la cámara legislativa de Estados Unidos, al aumentar el número de políticos de ese país norteamericano que critican que dicha ley vulnera la libertad de expresión. Aunque durante la audiencia algunas personas dijeron comprender el propósito de la ley anti folletos, la mayoría lanzó fuertes críticas. En particular, el legislador demócrata Jim McGovern, copresidente de la Comisión de Derechos Humanos Tom Lantos, evaluó que dicha ley surcoreana conculca la libertad de expresión, y expresó su deseo personal de una revisión por parte del Parlamento de Corea del Sur.

La reciente audiencia en el Capitolio refleja claramente las prioridades del nuevo Gobierno estadounidense bajo liderazgo de Joe Biden, quien atribuye una mayor importancia a los derechos humanos y el medio ambiente que su predecesor, Donald Trump, que antepuso los intereses prácticos a otros valores como los derechos humanos.

Sin embargo y más allá del carácter u objetivo de la audiencia, el mero hecho de su convocatoria da fe de las fuertes críticas a la ley anti folletos de Corea del Sur en Estados Unidos, pese a que las autoridades de Seúl explicaron que resulta indispensable para garantizar la seguridad de la población que reside en zonas próximas a la frontera intercoreana. En Estados Unidos alegan que la nueva norma no solo vulnera la libertad de expresión, sino que además limita la llegada de información externa al pueblo norcoreano.

En realidad, no solo en Estados Unidos hay opiniones contradictorias sobre dicha ley. También en Corea del Sur hay un grupo claramente a favor, y afirma que los folletos contra el régimen norcoreano muchas veces se desvían de su objetivo inicial y son demasiado amarillistas; mientras que otro está en contra, y critica que el Ejecutivo de Moon Jae In es demasiado condescendiente con Pyongyang, tanto que hasta ha creado una ley para reprimir las actividades de organizaciones civiles anti Corea del Norte.