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Las dos Coreas acordaron organizar una nueva cumbre intercoreana, la tercera entre sus actuales mandatarios, el presidente surcoreano Moon Jae In y el presidente de la Comisión de Asuntos Estatales norcoreana Kim Jong Un; y decidieron que sea en septiembre en Pyongyang. Así, crece la expectativa de que la reunión de líderes ayude a sacar del actual estancamiento las negociaciones nucleares entre Corea del Norte y Estados Unidos.

La fecha y el lugar de la tercera cumbre entre Moon y Kim fueron anunciados el 13 de agosto tras una reunión intergubernamental de alto nivel que las dos Coreas mantuvieron en Panmunjeom. Mediante el comunicado que publicaron al cabo del encuentro, las autoridades afirmaron que conversaron con franqueza sobre asuntos bilaterales, sobre todo para ejecutar la Declaración de Panmunjeom y revisar los avances logrados.

En cuanto a la nueva cumbre, lo pactado entre Seúl y Pyongyang es que la organizarán en septiembre. La pregunta es si tendrá lugar a comienzos, a mediados o a finales de ese mes. Al respecto, el portavoz de la Casa Presidencial surcoreana, Kim Eui Kyum, comentó que dadas las circunstancias será difícil que la reunión entre los mandatarios se celebre a principios de mes, refiriéndose al calendario político interno de Corea del Norte, país para el cual el 9 de septiembre es una fecha muy relevante pues conmemora su fundación y la ocasión será festejada especialmente este año al ser el 70º aniversario de la proclamación de la República Popular Democrática de Corea. La opinión generalizada es que no sería bien visto que el presidente surcoreano visite Pyongyang antes de esa fecha. La cumbre tampoco podrá llevarse a cabo a fines de septiembre porque para entonces está programa la Asamblea General de Naciones Unidas. Al parecer la alternativa que queda es celebrarla un día entre el 11 y el 14 de septiembre.

Y mientras aumenta la esperanza de que la cumbre intercoreana impulse las atascadas negociaciones nucleares entre Corea del Norte y Estados Unidos, el presidente de Corea del Sur, Moon Jae In, manifestó en su discurso por el Día de la Liberación de Corea que una vez disipada la tensión militar y arraigada la paz en la península coreana, creará una zona económica especial para la reunificación en la región fronteriza entre las provincias de Gyeonggi y Gangwon. Asimismo propuso establecer la llamada Comunidad Ferroviaria de Asia del Este, que contaría con la participación de las seis naciones del noreste asiático -Corea del Sur, Corea del Norte, China, Japón Rusia y Mongolia- más Estados Unidos.

Sobre su visión de crear una zona económica especial de reunificación, el presidente surcoreano anticipó que ésta ofrecería una oportunidad transcendental para generar empleo, promover la economía regional y desarrollar el sector de las pymes. Y enfatizó que es posible abrigar ilusiones sobre la prosperidad conjunta de las dos Coreas, al mencionar el dato de instituciones de investigación estatales que auguran que los efectos económicos de la cooperación económica intercoreana durante las próximas tres décadas equivaldrían al menos a unos 170 billones de wones.