Las autoridades de Seúl y Pyongyang acordaron la participación de Corea del Norte en los Juegos Olímpicos de Invierno de PyeongChang 2018 y la celebración de una reunión militar intercoreana para aliviar la tensión en la región. Estas decisiones derivan del encuentro de alto nivel que las dos Coreas mantuvieron esta semana -el martes 9- en la Casa de la Paz en el lado sureño de Panmunjeom.
El comunicado conjunto emitido al finalizar la reunión de alto nivel versa sobre tres puntos principalmente: el envío de una delegación norcoreana a las olimpiadas de PyeongChang 2018, la adopción de medidas para disminuir la tensión militar en la península coreana y el cumplimiento de los acuerdos intercoreanos.
Yendo por orden, respecto a los Juegos Olímpicos, Corea del Norte prometió enviar a PyeongChang 2018 una delegación de funcionarios de alto nivel, otra de su Comité Olímpico, una selección de deportistas, un grupo de animadoras, una compañía artística, una delegación de autoridades deportivas, un conjunto de demostración de taekwondo y un equipo de periodistas. Corea del Sur, por su parte, se ofreció a proporcionar lo necesario para la estancia de esas personas. Y para coordinar los detalles pertinentes, las dos partes pactaron mantener reuniones de trabajo para debatir y concretar el plan que tiene Pyongyang de enviar una “avanzadilla” que examine las condiciones en que estarán sus deportistas y delegados en Corea del Sur, así como sobre la participación en sí de los atletas norcoreanos en las olimpiadas. En cuanto al reto de reducir la tensión militar en la península coreana, Seúl y Pyongyang coincidieron en realizar esfuerzos conjuntos y acordaron organizar una reunión entre autoridades de ambos ejércitos.
La reunión intercoreana del 9 de enero se concretó a partir del discurso del Año Nuevo de Kim Jong Un, donde el líder norcoreano expresó estar dispuesto a enviar su selección nacional de los Juegos Olímpicos de PyeongChang y también a retomar el diálogo con Corea del Sur, y también de la subsiguiente propuesta de Seúl de mantener un encuentro de alto nivel. Así, funcionarios clave de las dos Coreas a cargo de las políticas intercoreanas, se sentaron alrededor de una mesa el martes 9, marcando las sesiones de ese día un punto de inflexión en el panorama de la península coraena y en las relaciones intercoreanas, totalmente boqueadas por diversos motivos, entre ellos, la amenaza nuclear del Norte. Dicho esto, se espera que tras esa reunión, si bien no se resolverán inmediatamente todas las diferencias entre las partes, podría vislumbrarse un camino hacia la paz y la reconciliación, además de un mayor liderazgo de Corea del Sur en la gestión de los asuntos de la península coreana.