Existen actualmente especulaciones sobre una posible cumbre intercoreana. Las conjeturas surgieron a partir de la reciente visita de la delegación de alto nivel de Corea del Norte a los Juegos Olímpicos de Invierno de PyeongChang 2018, que transmitió al presidente Moon Jae que su líder -Kim Jong Un- desea tenerle como invitado en el momento que sea más oportuno.
La reunión entre la delegación norcoreana y el jefe de Estado surcoreano se organizó en Seúl, en la Casa Presidencial, el día 10. La parte culminante del encuentro fue cuando Kim Yo Jong entregó al presidente Moon Jae In una carta de su hermano y líder del régimen de Pyongyang, Kim Jong Un, en la que éste le invitaba a visitar Corea del Norte. Invitación que Kim Yo Jong también cursó al mandatario surcoreano verbalmente y a la que Moon respondió positivamente. En concreto, el jefe de la administración de Seúl propuso realizar esfuerzos conjuntos y concretar el ambiente necesario para la organización de una cumbre intercoreana, que vendría a ser la tercera de la historia. Recalcó sin embargo, que para el progreso de las relaciones entre las dos Coreas es indispensable la colaboración de Estados Unidos y por ende, que deberían entablarse consultas prematuras entre Washington y Pyongyang, solicitando una actitud más positiva de parte del régimen norcoreano respecto al diálogo con ese país norteamericano.
Así, la visita de la delegación norcoreana de alto nivel a los Juegos Olímpicos marcó un hito en la senda de las dos Coreas para reactivar las relaciones bilaterales, sobre todo porque una de los integrantes de esa comitiva fue Kim Yo Jong, quien con el reciente viaje se convirtió en la primera persona de la familia gobernante de Corea del Norte en cruzar la frontera y visitar el Sur. No obstante y pese al imperativo de no dejar desvanecer el impulso generado esta vez para la mejora de los lazos intercoreanos, lo prioritario -tal y como señaló el presidente Moon Jae In- es que Estados Unidos y Corea del Norte tengan una mayor disposición para dialogar. De hecho, una autoridad del Ministerio de Reunificación de Corea del Sur comentó que la evolución de las relaciones entre Seúl y Pyongyang dependerá en gran medida de cómo propicien las condiciones para el diálogo norcoreano-estadounidense, admitiendo que si bien la visita de Kim Yo Jong fue un paso clave para la solución pacífica de los asuntos de la peninsula coreana, en lo que concierne a la desnuclearización no hubo avances.
En este contexto, la opinión del Gobierno de Corea del Sur es que las tratativas entre Estados Unidos y Corea del Norte deberían empezar a más tardar a finales de marzo, que es cuando comenzarán los ejercicios militares conjuntos de las fuerzas surcoreanas y estadounidenses, provisionalmente suspendidos por las olimpiadas. Hacer pronósticos, no obstante, es difícil a estas alturas, máxime dada la rigidez que muestra la Administración Trump en cuanto a cuestiones relacionadas con Corea del Norte, mientras corren rumores de que Washington endurecerá aún más las sanciones contra ese país, incluyendo hasta una interdicción marítima.