Corea del Norte y Japón iniciaron el día 1 de julio una ronda de consultas a nivel directivo en Beijing. 

Al iniciar el encuentro, el jefe de la delegación nipona, Junihi Ihara, director de la Cancillería nipona para Asia y Oceanía, declaró que la reunión constituía un gran paso adelante para resolver los problemas entre Pyongyang y Tokio. 

No obstante, transmitió las fuertes protestas de su Gobierno contra el lanzamiento de misiles norcoreanos en la madrugada del 29 de junio, antes de celebrar esta importante reunión para mejorar las relaciones bilaterales. A ese tenor, solicitó a Corea del Norte a cumplir con las exigencias de la comunidad internacional. 
 
En respuesta a la alocución nipona, el jefe negociador norcoreano, Song Il Ho, refutó la protesta sobre el lanzamiento de misiles, al manifestar que el régimen comunista no reconoce en absoluto las resoluciones de la ONU al respecto, tal como ya ha manifestado en repetidas ocasiones.

No obstante, puntualizó la importancia de cumplir -por ambas partes- con el acuerdo bilateral alcanzado hace un mes en Estocolmo sobre la investigación de los japoneses secuestrados. 

Durante estas consultas, los delegados de Pyongyang explicarán a la parte nipona su plan de configurar un comité especial para investigar el tema. De lograrse avances durante el proceso, Japón podría desactivar parcialmente las sanciones que mantiene contra Corea del Norte.

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