31º JJOO de Río de Janeiro

Jin Jong Oh se convirtió en tricampeón de tiro, al colgarse la medalla de oro en Río de Janeiro durante sus terceros Juegos Olímpicos consecutivos.

Y toda la población surcoreana estuvo con el corazón en la boca hasta el final, sin poder adivinar si el tirador surcoreano podría obtener una medalla, máxime tras estar a punto de quedar eliminado con el disparo número 9 que realizó y con el que anotó apenas 6,6 puntos. Con ese disparo, Jin Jong Oh se situó como el deportista con la calificación más baja y se exponía a ser desclasificado en la próxima ronda si no conseguía mejorar. Sin embargo, para la sorpresa de todos, en el disparo 10, anotó 9,6 puntos, logrando resurgir.

Fue realmente destacable la fuerza mental de este deportista, ¿verdad?

Fue simplemente admirable su actuación, así como la serenidad que mostró aún tras quedar como el tirador con la peor puntuación. Y justamente con esa fuerza mental, Jin Jong Oh recuperó la confianza para anotar puntajes casi perfectos desde el disparo 11 hasta el 20.

Y se adueñó de la medalla de oro estableciendo incluso un nuevo récord olímpico, ¿no es así?

Efectivamente. En concreto, registró 197,3 puntos. Asimismo se convirtió en campeón olímpico de tiro por tercera vez consecutiva, lo que constituye un récord, no solo para la historia deportiva de Corea del Sur, sino también para la historia de la modalidad de tiro olímpico en general. Cabe recordar que Jin Jong Oh fue campeón olímpico de la modalidad de pistola 50 metros en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 y de Londres 2012.