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El Templo de Bulguksa y la Gruta de Seokguram

El Templo de Bulguksa y la Gruta de Seokguram, los primeros monumentos surcoreanos que fueron inscritos como Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO en 1995.
Ambas son obras maestras que contemplan el espíritu artístico y el sentimiento del Reino de Silla hacia el budismo. Situados en el monte Tohamsan en la ciudad de Gyeongju, en la provincia Gyeongsang del Norte, el Templo Bulguksa y la Gruta de Seokguram son protagonistas de una misteriosa leyenda sobre su construcción.

Madre, madre, ¿dónde estás?
Estoy aquí, hijo, ¿qué sucede?
He escuchado a un monje contar que si uno dona una ofrenda a Buda, obtiene prosperidad.
Sí, pero nosotros no tenemos nada para ofrecer a Buda, hijo.
¡Pero tenemos el terreno que nos han dado como salario! No es grande, pero servirá si lo ofrecemos con todo nuestro corazón, ¿no crees?

En el año 692, a principios del reinado de Silla unificada, época en la que gobernaba el rey Hyoso, Dae Sung, quien vivía en Moryang-ri y provenía de una pobre familia, dio en ofrenda el terreno que con tanto esfuerzo habían ganado al templo.

Pero sorprendentemente, Dae Sung murió al poco tiempo.

Diez meses después…

Cariño, ya hace una semana que nació nuestro hijo. ¿Todavía no puede abrir la mano izquierda?
¡Hoy la ha abierto por fin! Pero... en la palma tiene escritas unas letras.
¿Letras? ¿No tendrá escrito por casualidad “Dae Sung”?
¿Cómo lo has sabido?
En realidad, hace unos diez meses escuché una voz celestial que me dijo “Dae Sung, el muchacho que vivía en Moryang-ri, nacerá en tu familia”. Seguro que hay alguna razón por la que ha venido al mundo como nuestro hijo. ¿Qué te parece llamarle Dae Sung e invitar a la madre del muchacho en su otra vida a que venga a vivir con nosotros?

Desde entonces, Dae Sung tuvo dos madres: su madre originaria, que era pobre, y la esposa del primer ministro. De mayor se convirtió también en primer ministro, como su padre Kim Mu Ryang, y en el año 751 mandó construir el Templo Bulguksa para sus padres de aquel entonces; y la Gruta de Seokguram para la madre de su vida anterior.
Ambos monumentos, que comenzaron a erigirse en el año 751, época del rey Gyeongdeok, y no se completaron hasta 774, época del rey Hyegong,
contienen el anhelo de los ciudadanos de Silla.

Los 33 escalones del templo, conocidos como Cheongun-gyo(puente de la Nube Azul) y Baekun-gyo(puente de la Nube Blanca) guían el camino hacia el reino budista.

Además de las pagodas Dabotap y Seokgatap, están las salas Gwaneumjeon, Birojeon, Daeungjeon y Geuknakjeon, espacios de que representan el pasado, el presente y el futuro de Buda.

El hecho de albergar una gran cantidad de budas en un mismo templo se traduce como el anhelo de los ciudadanos del reino de Silla de curar las heridas de la guerra y crear una sociedad utópica.

La Gruta de Seokguram fue construida en la parte este del Monte Toham, que ofrece unas magníficas vistas de los primeros rayos del sol al amanecer, con el objetivo de representar la iluminación.
Asimismo, se construyó una gruta artificial a 565m de altura y, justo en medio, la monumental estatua de 3,5m de Buda con los ojos cerrados y una leve sonrisa.
Entre la entrada, el pasillo y las paredes hay 39 estatuas budistas, que son los guardianes de Buda y los Cuatro Reyes Celestiales,
así como el Bodhisattva –transmisor de la doctrina budista- y sus discípulos.

Es un monumento altamente reconocido incluso por la ciencia de hoy en día, pues los artesanos de aquella época esculpieron uno a uno el granito y juntaron casi milagrosamente unas 360 pesadas losas para construir esa magnífica cúpula.
Por este motivo, la Gruta de Seokguram, además de ser fruto del esfuerzo individual de Kim Dae Sung, es considerada como una pieza que armoniza perfectamente la religión, el arte, la arquitectura y la ciencia del reinado de Silla.

El Templo Bulguksa representa en detalle la doctrina budista en un templo;
mientras que la Gruta de Seokguram ejemplifica a la vez una obra maestra científica y artística, siendo única en el mundo.
Estas dos obras son resultado de la ciencia, la cultura y la pasión del reino de Silla Unificada, y también del hermoso mundo con el que soñaban los ciudadanos de ese reino 1.200 años atrás.