Corea del Sur registró en 2020 la primera contracción económica en 22 años, desde la crisis financiera de 1997.
El producto interior bruto real disminuyó un 1,3% durante el primer trimestre del año y un 3,2% entre abril y junio, y aunque mejoró en el tercer trimestre al subir un 2,1%, ha vuelto a caer ante la tercera ola de contagios de COVID-19 en el país. En este ambiente, los peor parados han sido los comerciantes, sobre todo los del sector servicios, así como los exportadores, ante el cierre de fronteras adoptado por muchos países del mundo para minimizar el riesgo de los contagios transfronterizos.
Según datos provisionales, las exportaciones de Corea en 2020 marcarán un total de 507.700 millones de wones, un 6,4% menos que en 2019, aunque hay cierto optimismo en algunos sectores concretos -como biosalud, servicios online y productos de entretenimiento u ocio en casa- que durante este año mostraron un rendimiento satisfactorio.
En tanto, el empleo retrocedió al registrar durante abril la mayor caída en 21 años y dos meses, al perder 476.000 puestos de trabajo respecto al mismo mes de 2019. En este ambiente de contracción, el mercado laboral marcó en octubre otra preocupante disminución del empleo, que afectó a 421.000 trabajadores.
Para paliar el impacto del coronavirus en la economía, el Gobierno aprobó durante 2020 cuatro presupuestos adicionales, por valor aproximado de 66,8 billones de wones, además de activar programas de apoyo a comerciantes, empresas y sectores clave por valor de casi 200 billones de wones. En este proceso, el Ejecutivo se vio obligado a realizar masivas emisiones de bonos estatales, incrementando en gran medida la deuda nacional.
Photo : YONHAP News, KBS News
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