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Mientras que la propagación de la variante ómicron deja entrever que las venideras fiestas de Año Nuevo Lunar serán otro momento crítico, Corea espera que los tratamientos orales que empezaron a llegar al país esta semana marquen un antes y después en el control de la pandemia. Además, la atención se centra en si el uso de la vacuna de Novavax, recientemente autorizada por las autoridades sanitarias, podrá convencer a los no inmunizados para que se vacunen.

Los tratamientos orales contra COVID-19 Paxlovid de Pfizer, concretamente un primer cargamento para 21.000 personas llegó a Corea del Sur el día 13 y los medicamentos empezaron a prescribirse a partir del viernes 14. En tanto, hasta finales de enero Corea recibirá otra entrega para 10.000 pacientes más, que el Gobierno surcoreano estima servirá para satisfacer la demanda urgente, en base a la proporción de mayores de 65 años y de personas con bajo nivel inmunológico entre los enfermos leves o semi-graves.

Según el resultado de las pruebas clínicas, los tratamientos orales reducen un 88% las patologías graves o el riesgo de muerte. Además, se prevé que Paxlovid de Pfizer también servirá para las nuevas cepas de coronavirus, incluyendo la variante ómicron, pues su principio activo reprime la reproducción del virus. Aunque han reportado reportaron efectos secundarios como trastornos del gusto, diarrea, subida de tensión y dolores musculares, según informan son leves.

Al respecto, el Gobierno surcoreano explicó que el uso de tratamientos orales tiene por objetivo no tanto frenar preventivamente la propagación del coronavirus, sino minimizar las patologías graves. Así, con una prescripción oportuna esperan evitar que los pacientes mayores de 65 se enfermen gravemente, además de reducir la tasa de enfermedades graves, que actualmente oscila entre el 8% y el 9%. 

Las autoridades perciben también como favorable el inminente uso de la vacuna de Novavax en Corea, sobre la que el Ministerio de Seguridad de Alimentos de Medicamentos emitió esta semana una autorización de emergencia. Novavax se caracteriza por ser el primer fármaco creado con proteínas contra el virus y que utiliza una tecnología basada en nanopartículas recombinantes, distinta a la aplicada por Pfizer y Moderna, que optaron por el tipo ARN mensajero, y al método de adenovirus usado por AstraZeneca y Janssen. En fase clínica alcanzó un nivel de efecto preventivo del 90% y en Corea empezará a administrarse a comienzos de febrero. Por ahora se espera que la llegada de esta vacuna ayude a elevar la tasa de inmunidad entre la población surcoreana, de cara a animar a las personas que dudan de las que ya ofrece el país a vacunarse.