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Corea del Sur, Estados Unidos y Japón cooperarán estrechamente en aras a un objetivo común: arraigar una paz perpetua en la península coreana y lograr la desnuclearización. Ese fue el compromiso de los ministros de Defensa de las tres naciones, que se reunieron el día 11 en Singapur en paralelo a la Cumbre de Seguridad de Asia.

Durante el encuentro tripartito, el ministro de Defensa surcoreano Lee Jong Sup y sus homólogos estadounidense y japonés, Lloyd Austin y Nobuo Kishi, acordaron realizar maniobras conjuntas públicamente y con regularidad, tales como ejercicios de alerta anti misiles, en un intento de arrojar una fuerte advertencia hacia Corea del Norte, que persiste en sus provocaciones. También valorarán otras medidas que puedan contrarrestar los ensayos balísticos de ese país.

Sobre las maniobras conjuntas, cabe destacar que los titulares de Defensa pactaron normalizar completamente el ejercicio de alerta contra misiles, que se realiza pese a no divulgarse a los medios desde 2018, año en que surgió un ambiente de reconciliación con Corea del Norte, que llevó incluso a omitir las maniobras en algunas ocasiones. También llevarán a cabo con mayor regularidad el entrenamiento de detección y rastreo de misiles balísticos Pacific Dragon, hasta la fecha una maniobra intermitente conectada a los ejercicios RIMPAC, que se organizan cada dos años. Por el momento y como posibles fechas se estima que Pacific Dragon se llevará a cabo a comienzos de agosto y contará con la participación de Corea del Sur, Estados Unidos, Japón y Australia.

En un contexto como el actual que enfatiza la cooperación tripartita, surge como escollo el Acuerdo General de Seguridad sobre Información Militar, o GSOMIA, entre Corea del Sur y Japón, un pacto que permite compartir secretos o información militar confidencial. Al respecto, el ministro de Defensa surcoreano declaró desde Singapur que está dispuesto a hablar del asunto con las autoridades del Gobierno japonés. Pero considerando los factores que llevaron a Seúl a suspenderlo en 2019, concretamente las restricciones comerciales del país vecino a las exportaciones a Corea del Sur, desde ya se anticipa que el debate sobre GSOMIA no será fácil. Japón, por su parte mostró una postura un tanto retórica, expresando que el GSOMIA contribuye a la paz y la estabilidad de la zona, mientras que Tony Blinken,  secretario de Estado estadounidense, expresó su deseo de normalizar dicho acuerdo cuanto antes, en paralelo a una mejora de las relaciones surcoreano-niponas.