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El empleo volvió a crecer en mayo, tras encadenar 12 meses consecutivos a la baja hasta el mes de marzo. El número de trabajadores aumentó en mayo en casi 620.000 con respecto al año anterior, generando más de 600.00 puestos de trabajo por segundo mes consecutivo. La recuperación del mercado laboral continúa y gana fuerza, aunque no está exenta de incertidumbre, pues la franja entre 30 y 49 años sigue sin despegar, y su empleabilidad baja por quince meses consecutivos. Según la Oficina Nacional de Estadística, mayo registró 27,5 millones de trabajadores activos, 619.000 más que el año anterior, y el desempleo bajó hasta el 4%, con 1,14 millones de parados. La mejora laboral coincide con la revitalización económica, impulsada por las exportaciones y la creciente demanda mundial de semiconductores y productos tecnológicos. En tanto, tras el letargo de la pandemia, el consumo vuelve a activarse por la campaña de vacunación, renovando el optimismo sobre una posible mejora. Los buenos datos de empleo se atribuyen también al efecto rebote, después de situarse el año pasado en niveles muy bajos por la crisis sanitaria. Ciertamente, mayo fue un buen mes para el empleo, pues en general el ritmo de creación de puestos de trabajo fue elevado en casi todos los colectivos, en especial entre los más jóvenes. En mayo se crearon 138.000 puestos de trabajo más para el grupo de entre 15 y 29 años respecto al mismo periodo del año anterior, al lograr un incremento del 44,4%, el mayor ascenso desde 2005. Este dato supone una clara recuperación frente a mayo pasado, cuando los jóvenes perdieron 136.00 empleos. Así, la tasa de desempleo juvenil disminuyó 0,9 puntos porcentuales hasta situarse en un 9,3%. Si analizamos la evolución del empleo por grupos de edad, el mayor aumento se centra en el colectivo de personas de más de 60 años, con 455.00 trabajadores, el 70% del total de los puestos de trabajos creados en mayo. Pero aunque subió la ocupación, bajó la calidad de empleo, pues dichos puestos de trabajo fueron financiados mediante los programas de apoyo gubernamental, es decir, dependen del dinero aportado por los ciudadanos. 

Sectores como la construcción, administración de instalaciones, sanidad y servicios de bienestar fueron los que más aportaron al incremento de empleo, mientras que restaurantes, hostelería, comercio mayorista y minorista, -los más golpeados por la pandemia-, están todavía lejos de recuperar el empleo perdido. Si bien la recuperación del empleo sigue siendo desigual según las edades e industrias, es una buena noticia que los indicadores del mercado laboral en general hayan mejorado.