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La Unión Europea ha anunciado un ambicioso plan verde que incluye aplicar un arancel fronterizo al carbono, el principal gas de efecto invernadero. El mecanismo de ajuste en frontera por emisiones de carbono de la UE consiste en aplicar un arancel a las importaciones según su emisión, es decir: gravar los productos con alto contenido de carbono de países fuera del bloque para reducir los gases contaminantes y proteger el medio ambiente. Asimismo, la Comisión Europea anunció el 14 de julio el plan de cambio climático “Fit for 55", un paquete de medidas que busca reducir las emisiones de gases al 55% para 2030, respecto a los niveles de 1990. Así, la Unión Europea intenta tomar medidas contra el cambio climático de cara a alcanzar el objetivo de “cero emisiones” de carbono para 2050. Aunque el impuesto de la UE al carbono surge con ese fin, genera preocupación en la industria surcoreana pues con el nuevo mecanismo los principales productos de exportación del país tendrán que pagar más para entrar en el bloque europeo. Los primeros aranceles se aplicarán en 2026 a cinco productos: acero, cemento, fertilizantes, aluminio y electricidad. Considerando que el sistema se ampliará gradualmente a otros sectores los próximos años, podría impactar negativamente en países cuya industria dependa de la manufactura y por ende emitan gran nivel de dióxido de carbono, como Corea del Sur, China y Rusia. 

Según un informe del Instituto para Política Económica Internacional de Corea (KIEP), el nuevo impuesto de 30 euros por tonelada de dióxido de carbono, supondrá un arancel adicional del 1,9% para las exportaciones surcoreanas que podrían llegar a sumar 1,2 billones de wones. Los sectores más afectados por el nuevo impuesto para atajar la emisión de gases en la UE serán acero y aluminio, pero la industria automotriz tampoco puede bajar la guardia, pues el plan climático del bloque europeo prohibirá los coches de combustión fósil para 2035. Sin duda, responder a la tendencia de lucha contra el calentamiento global implicará muchos cambios y ajustes, y la propuesta verde de la UE se está extendiendo también a otras naciones, como Estados Unidos, que planea impulsar su propia versión de un impuesto fronterizo al carbono. Por su lado, Corea del Sur desveló el año pasado su plan de lograr cero emisiones netas de carbono para 2050, y las autoridades coreanas reafirmaron el 14 de julio su compromiso de enfrentarse al cambio climático. Así, incluyeron el tema de la neutralidad de carbono en el New Deal coreano