Ayer fue Chuseok, la fiesta de la cosecha, una de las festividades tradicionales más importantes de Corea. Las festividades tradicionales tenían que ver con las divisiones estacionales del calendario agrícola, pero ese significado original se ha perdido en estos días y en la actualidad son más bien una ocasión para reunir a las familias. Sin embargo, la prolongación de la pandemia de COVID 19 ha dificultado estas reuniones, por lo que el Chuseok ha perdido el brillo y el ajetreo de otros años. La canción que mejor representa a esta festividad es, sin lugar a dudas, Ganggangsullae. En la región de Jeolla, los mujeres hacían rondas bajo la luna llena de Chuseok o del Año Nuevo Lunar cantando esta canción. Este juego y a la vez ritual fue reconocido por la UNESCO como Patrimonio Cultural Intangible de la Humanidad en 2009. Siempre ocupadas con los quehaceres de la casa y el cuidado de los cultivos, las mujeres tenían pocas ocasiones de disfrutar a sus anchas, salvo en estas grandes festividades. Los invito a imaginarlas haciendo interminables rondas tomadas de la mano bajo la luna llena, mientras escuchan la versión de la canción Ganggangsullae que entona el cuarteto femenino Jeoldaegain. 

“Ganggangsullae” – Jeoldaegain

Además de hacer simples círculos tomadas de la mano cantando la canción Ganggangsullae que acabamos de escuchar, las mujeres formaban complicadas figuras en sus rondas que imitaban las tareas que solían hacer a diario, como la operación de poner a secar los arenques en una cuerda, el enrollar y desenrollar las esteras, o el pisar las tejas de los techos. Con estos juegos, pasaban la larga noche cantando y danzando sin descanso. La siguiente pieza musical que escucharemos es una canción folklórica de la región noroccidental de la península coreana que se llama “Pagyeong”. En las grandes festividades tradicionales, era usual que las familias contrataran a un ciego para que recitara textos de origen taoísta. Estos textos eran oraciones para ahuyentar a los malos espíritus de la casa y rogar por la tranquilidad y la salud de los moradores. La versión que escucharemos hoy no es la recitación de un ciego de verdad, sino la interpretación que hacían los cantantes folclóricos paradiándolos. En esta versión satírica, se mencionan las almas en penas de todas aquellos que han tenido una vida triste, como los que se han muerto vírgenes, los viudos que han criado solos a sus hijos y también el espíritu de una nuera que se murió atragantada por comer pastel de arroz a escondidas de sus suegros. En lugar de echar a estos espíritus de una manera fría, en estos ritos “pagyeong” se los agasajaba con comida y se los consolaba con oraciones para que partieran sin rencor al otro mundo. 

“Pagyeong” – Kim Yu Ri

En las fiestas tradicionales hacían su aparición en las aldeas las bandas rurales o pungmul. Estas bandas de instrumentos de percusión recorrían la aldea con su música casa por casa para alejar los malos espíritus y atraer la salud y la buena fortuna a las familias. A cambio, la gente les retribuía con dinero, arroz u otros granos. Las contribuciones que se recaudaban se utilizaban en proyectos comunitarios, como construir o reparar instalaciones de la aldea o ayudar a alguna familia que estuviera necesitada. La música de estas bandas de pungmul eran bienvenidas en todos los hogares, pues traían alegría e inspiraban gestos de generosidad y buena voluntad. Una de las canciones que tocaban estas bandas era “Binari”, que es básicamente una sucesión de oraciones. En esta canción se menciona al ave fénix, un ave mítica que supuestamente se posaba en tiempos de paz sobre la rama de una paulonia. Los dejo entonces con la version de “Binari” que interpreta el grupo Noreum Machi. Ojalá que todos nuestros oyentes sean bendecidos con paz en sus corazones y buena fortuna en sus vidas, como pide la canción. 

“Binari” – Noreum Machi