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Corea bajo un “domo de calor”

2021-07-24

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ⓒYONHAP News

Gran parte de Corea del Sur mantiene activada la alerta por ola de calor, dando valor a los pronósticos que indican que este verano podría ser más caluroso que el de 2018, cuando el país batió el récord histórico de temperatura. En este contexto, aumenta la preocupación por un desequilibrio en la oferta y la demanda de energía, ante un posible aumento explosivo del consumo de electricidad.

Habitualmente, el calor estival en Corea comienza tras finalizar la temporada de monzones, que por lo general se extiende entre finales de junio y mediados de julio. Sin embargo, este año parece que llegó antes, ante un periodo monzónico casi inexistente, registrado como uno de los más breves de la historia de Corea.

En todo caso, la Administración de Meteorología es prudente y puntualiza que aún es pronto para concluir que el calor este verano tendrá una evolución similar a 2018. Hace tres años, la fuerte ola de calor fue provocada por el “domo de calor” o “cúpula de calor”, un fenómeno que se da cuando una masa de aire caliente que presiona hacia abajo sobre un área determinada, genera una especie de “tapa de olla” y  acumula el calor en la atmósfera. Sin embargo, aunque ahora se observa un estancamiento de calor similar en las capas superiores de la atmósfera terrestre, no es posible estimar si tendrá un impacto a largo plazo sobre la península coreana. En cualquier caso, y al margen de la evolución que pueda tener la ola de calor este verano, es evidente que la reciente subida de temperatura no es algo habitual, y tanto autoridades como ciudadanos deben tomar las precauciones necesarias.

En realidad, tener fuertes olas de calor ya se ha convertido en algo habitual en el verano coreano, al igual que las llamadas “noches del trópico”, donde la temperatura nocturna no baja de 25ºC. De hecho, los días de calor intenso van en aumento, pues mientras entre 1973 y 2020 -durante 49 años- registraron un promedio anual de 10,1, en la última década de ese periodo -desde 2011 hasta 2020- alcanzaron una media anual de catorce días. Lo mismo ocurre con las “noches tropicales”, que en los últimos diez años aumentaron a nueve por año en promedio, frente al promedio de 5,7 del pasado medio siglo. En verano de 2018, que quedó registrado como el más caluroso, hubo 31 días de calor extremo y 16,6 “noches tropicales”, respectivamente el mayor y el segundo mayor volumen en la historia de Corea.

Esta intensa ola de calor supone una amenaza para la salud de los ciudadanos, sobre todo de aquellos que presentan un alto nivel de vulnerabilidad, como niños o personas de edad avanzada. Asimismo, puede ocasionar desequilibrios en la oferta y demanda de energía con bruscos aumentos de consumo eléctrico en horas punta de la tarde. Por ahora parece que el sistema nacional de suministro eléctrico es capaz de aguantar la creciente demanda, pues según los datos del día 21 presenta una tasa de reserva energética del 7,6%. Sin embargo, considerando la recomendación general de mantener dicha tasa por encima del 10% ante posibles imprevistos, como una subida desmesurada de la temperatura o posibles averías de centrales, la actual situación se describe como “relativamente estable pero con riesgo latente”.

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