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El salario mínimo para 2023 se fijó en 9.620 wones por hora, lo dio a conocer así, el Ministerio de Trabajo el viernes 5 en su boletín oficial electrónico. Supone una subida del 5% respecto a 2022, la misma acordada el 29 de junio en la sesión plenaria del Comité del Salario Mínimo. 

El anuncio del sueldo base fue hecho por dicha cartera tras un periodo de objeciones. Durante este tiempo, tanto sindicatos como grupos representativos de la patronal, como la Federación de Industrias Coreanas -la mayor asociación corporativa del país-, la Federación Coreana de Pequeñas y Medianas Empresa, y la Federación Coreana de Microempresas, presentaron sus objeciones. Como era de esperar, el sector gremial insistió en que era demasiado reducido el aumento salarial, mientras que los empleadores lo calificaron de excesivo. Sin embargo, el Ministerio de Trabajo rechazó toda objeción y en base a los debates y las conclusiones del Comité del Salario Mínimo, procedió al anuncio oficial del sueldo base para el próximo año. El titular de la cartera, Lee Jung Sik, explicó que se buscó que la subida refleje en la medida de lo posible el mercado laboral y la situación económica dentro y fuera del país, así como las dificultades por las que atraviesan tanto trabajadores de bajos ingresos como el pequeño comercio y las microempresas. 

Durante los últimos cinco años fue bastante inconstante el aumento del salario mínimo, al ser elevado un 16,4% para 2018 y un 10,9% para 2019 en sintonía con la promesa electoral del entonces presidente Moon Jae In de situar el suelo básico en 10.000 wones por hora. Lamentablemente, la política que promovió para cumplir con tal promesa tuvo que ser frenada en cierta medida, ante el descontento de los pequeños comerciantes y las microempresas, que alegaban que tan abrupto incremento repercutía directamente en los costos operativos e incluso amenazaba su subsistencia. Las autoridades se vieron, por tanto, obligados a moderar el ritmo de aumento, fijando subidas de un 2,9% para 2020, de un 1,5% para 2021 y de un 5,1% para 2022. 

En esta racha de aumentos relativamente racionales, está también la decisión de elevar el sueldo base un 5% para 2023, aunque ni los sindicatos ni la patronal están totalmente contentos con ella. La aclaración del Gobierno es que moderar la subida salarial es necesario a estas alturas, ante los indicios de una nueva recesión económica y las altas tasas de inflación. Si bien estos son los mismos factores que inquietan al sector obrero, dada la posibilidad de que los trabajadores pierdan poder adquisitivo y empeoren sus condiciones de vida, al existir una desproporción entre el aumento del salario mínimo y la actual subida de los precios.