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Desde el 5 de mayo, todas las personas vacunadas contra el COVID-19 no deberán guardar aislamiento preventivo, siempre que no presenten síntomas y den negativo al test de coronavirus, aunque mantengan contacto con positivos. Esta medida se ve como “una clase de incentivo” otorgado por el Gobierno para lograr el objetivo de vacunar al menos a 70% de la población nacional durante 2021, de cara a alcanzar la inmunidad de rebaño. Sin embargo, por ahora se desconoce si esa medida realmente contribuirá a aumentar la tasa de vacunación entre los coreanos o si afectará al control sanitario.

Por “ya vacunados”, las autoridades aluden a aquellos que ya han pasado dos semanas tras recibir todas las dosis de la vacuna administrada, aquellos que cuenten con un certificado de vacunación o figuren como vacunadas en el sistema de registro gubernamental.

En Corea operan actualmente dos mecanismos de vigilancia contra COVID-19: aislamiento preventivo de dos semanas para quienes hayan entrado en contacto directo o cercano con portadores, y seguimiento activo de aquellos que mantuvieron contacto indirecto, por ejemplo al cruzarse en un mismo lugar en un mismo horario, y se basa en notificaciones diarias de esas personas sobre su estado y posibles síntomas.

A partir de ahora, aquellos ya vacunados totalmente no deberán guardar aislamiento preventivo, aunque hayan estado en contacto con positivos y estén bajo seguimiento. Eso significa que tendrán que avisar a las autoridades correspondientes de su estado de salud y someterse a dos pruebas PCR durante dos semanas, quedando fuera de aislamiento si ambas son negativas.

La medida también se aplica a viajeros internacionales, excepto si proceden de países con nuevas variantes. En este caso, sí deben guardar aislamiento preventivo durante dos semanas.

Con esta medida, Corea busca agilizar la tasa de vacunación, que actualmente administra vacunas de AstraZeneca y Pfizer. Según datos oficiales, hasta el 4 de mayo, 3.530.000 personas han recibido la primera dosis, un 6,9% de la población surcoreana, y unas 298.000 personas la segunda.