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Corea del Sur activó el día 13 el llamado “comité de medidas para volver a la normalidad”, y convocó la primera reunión de este organismo, conformado por cuarenta comisionados entre funcionarios gubernamentales y expertos civiles. Al respecto, el primer ministro Kim Boo Kyum, que asistió a la reunión, subrayó que el objetivo del comité es apoyar a los ciudadanos a normalizar totalmente su actividad diaria en convivencia con el COVID-19, pero no visto como una temible pandemia, sino como una enfermedad controlable.

Entrando en detalle, el nuevo comité se encargará de estudiar la posible estrategia de transición, para pasar de fuertes medidas de prevención a otras más flexibles, que permitan normalizar las actividades cotidianas de la población, mediante análisis desde diferentes perspectivas: económicas, educativo-culturales, médico-sanitarias o de seguridad y orden público. Finalmente definirá una hoja de ruta tras un proceso de convergencia de opiniones con diversos sectores de la sociedad.

Actualmente, el Gobierno surcoreano valora implementar medidas transitorias para la “vuelta a la normalidad”, considerando la tasa de vacunación, el ritmo de propagación del COVID-19, la incidencia de patologías graves y la mortandad. El objetivo es armonizar la vida diaria y la pandemia, adoptando gradualmente y con calma las medidas necesarias, enfocándose en reforzar el tratamiento a enfermos graves y prevención de muertes, más que en reprimir los contagios mediante estrictas pautas sanitarias y de distancia social. Esto indica que posiblemente relajarán las restricciones de aforo y de horario que limitan la operativa de restaurantes, cafeterías y otros establecimientos comerciales, como también la limitación de asistentes a reuniones privadas y de actividades presenciales en escuelas u otras instituciones educativas público-privadas.

La estrategia transitoria, sin embargo, tiene como condición previa el aumento de la tasa de vacunación y la disminución del número de pacientes graves y de la mortandad por coronavirus. En consecuencia, las autoridades sanitarias urgen a la población a vacunarse, pues los niveles mínimos establecidos por el Gobierno para activar las medidas para la “vuelta a la normalidad” requieren un superar el 70% de la población con la pauta completa, y más del 90% entre ciudadanos de edad avanzada.