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IPEF, el Marco Económico del Indo-Pacífico liderado por Estados Unidos, fue activado oficialmente el día 23 con la participación de trece estados, incluido Corea del Sur. El presidente Yoon Suk Yeol declaró que el nacimiento de ese mecanismo constituye un paso significativo para aumentar la solidaridad y la cooperación en la zona del Indo-Pacífico, y para promover un desarrollo sostenible en la zona.

En esencia, IPEF no es un acuerdo de libre comercio centrado en suprimir aranceles bilaterales o multilaterales, sino un mecanismo para impulsar la cooperación internacional ante los nuevos retos que plantea el comercio mundial, como  economía digital, estándares tecnológicos, red de suministros, descarbonización y uso de energías limpias, infraestructuras sociales básicas y normas laborales.

Algo a destacar aquí es que IPEF logró arrancar con más países de lo previsto, pues se sumaron seis naciones de ASEAN inicialmente no contempladas, como son Tailandia, Filipinas, Malasia, Vietnam, Indonesia y Brunéi. Al comenzar las tratativas sobre este marco económico reigonal, como posibles integrantes sonaban Estados Unidos, Corea del Sur, Japón, Singapur, India, Australia y Nueva Zelanda, y todos confirmaron su participación.

En cualquier caso, IPEF comenzó a operar con trece estados aunque se ignora si encontrará escollos más adelante, al no ofrecer - al menos por ahora- beneficios palpables como desgravaciones arancelarias a los países integrantes.

Además está la “variable china”, pues Beijing insiste en que ese mecanismo es un frente ideado por Estados Unidos para limitar su expansión y su influencia. Por tanto, a estas alturas es fácil imaginar el choque de intereses entre RCEP, la Asociación Económica Integral Regional encabezada por China, y el nuevo IPEF, el Marco Económico del Indo-Pacífico liderado por Estados Unidos, que cristaliza la feroz rivalidad entre ambas súper potencia, algo que – inevitablemente- intimida más a los países relativamente más débiles, como los de ASEAN, que no son totalmente ajenos a la influencia de China, sobre todo en términos de seguridad.

En este contexto, la situación de Corea del Sur también es bastante compleja, considerando las relaciones que mantiene tanto con Estados Unidos como con China. En todo caso, en las recientes decisiones del Ejecutivo de Seúl se vislumbra una mayor proximidad hacia Estados Unidos en materia de seguridad, mientras intenta centrar la relación y la cooperación con China en lo económico.