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El Ejecutivo definió el presupuesto general del Estado para 2023 el día 30 durante una reunión del Consejo de Ministros, fijándolo en 639 billones de wones, un monto superior en un 5,2% al presupuesto nacional principal de 2022. Sin embargo, considerando el total de este año, incluidos los presupuestos complementarios, supone la primera disminución en cuanto a gasto público anual en trece años, desde 2010. Además, el incremento del 5,2% es el menor en seis años. 

Al respecto, las autoridades explicaron que realizaron una reestructuración de los gastos del Estado, reduciéndolos en unos 24 billones de wones, monto considerado un recorte récord. Entre otras medidas, decidieron suprimir las ayudas provisionales por la pandemia, como el reparto de cupones-descuento para comercios locales, de modo que estos no lo asuma el gobierno central sino los regionales, como antes del covid-19. También congelarán el salario de los funcionarios de rango medio y alto, al tiempo de rebajar un 10% los de nivel ministerial y viceministerial. 

Así, se espera que la deuda remita hasta 58,2 billones de wones, un 2,6% frente al producto interior bruto, la mitad de la estimada para 2022 (110,8 billones de wones), al tiempo de ralentizar en gran medida el incremento entre deuda soberana y PIB.

El presupuesto nacional de 2023, según el vice premier Choo Kyung Ho, fue diseñado para mejorar la salud fiscal, algo esencial ante la creciente complejidad del panorama económico nacional e internacional, y un contexto marcado por la inflación, el riesgo de una mayor desaceleración económica y la inestabilidad del mercado financiero y cambiario. 

Así, redujeron un 18% los gastos en industria, pymes y energía, un 10,2% la partida para obras públicas, y un 6,5% los gastos en cultura, deporte y turismo. En cambio, aumentaron un 5,6% el presupuesto en servicios de bienestar social, sobre todo en ayudas a las clases de bajos ingresos, las más afectadas por la inflación, así como el programa de mejora del bienestar de vivienda, y la pensión por discapacidad, que lleva congelada desde 2015. También ampliarán el gasto en Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) en sintonía con el compromiso expresado por el presidente Yoon Suk Yeol en mayo al ser investido, de reforzar la responsabilidad y el papel de Corea en la sociedad global. 

Finalmente, en cuanto al fomento de la industria, el presupuesto de 2023 destina varios billones de wones al sector de chips, concretamente a formación de profesionales y técnicos en dicho ámbito, además de reforzar el sector de energía nuclear y otros relacionados con tecnologías estratégicas, como ciencia cuántica, industria espacial, bioindustria y energías del futuro.