ⓒYONHAP News

El Gobierno presentó esta semana el llamado proyecto de Taxonomía Verde de Corea, un marco para identificar correctamente aquellas actividades económicas y activos industriales que contribuyen a lograr los objetivos ambientales del pais, incluidas las tareas para la descarbonización. Principalmente destaca la inclusión de la energía nuclear como sector que contribuye al medio ambiente, y por ende impulsa su promoción,  medida que contradice claramente la política antinuclear de la administración previa.

El Ministerio de Medio Ambiente anticipó que se trata de un primer borrador y que en base a él definirán la versión final, tras consensuar opiniones entre industria, expertos y sociedad civil. El esquema general, sin embargo, ya está establecido: la Taxonomía Verde de Corea clasifica en dos categorías las actividades económicas con contribuciones medioambientales: Industrias Verdes y Conversión Ecológica. En lo que se refiere al sector de la energía atómica, las tecnologías de generación nuclear figuran en la primera categoría, mientras que la construcción y gestión de centrales nucleares está en la segunda.

Cabe aclarar que por Industrias Verdes se entienden aquellas que realizan una contribución real al medio ambiente y a los objetivos de descarbonización, mientras que la sección de Conversión Ecológica abarca aquellas que, si bien no pueden ser consideradas al cien por cien como actividades verdes, son necesarias para la transición hacia la neutralidad en carbono.

Dicho esto, y en cuanto al sector de la energía nuclear, el Gobierno promoverá la investigación y el desarrollo de tecnologías clave para aumentar la seguridad de las centrales nucleares y la competitividad nacional en ese ámbito. Las autoridades competentes darán, en este sentido, prioridad a los estudios sobre fusión nuclear, a construcción de reactores modulares pequeños y a centrales nucleares de próxima generación, así como al uso de combustibles tolerantes a accidentes y a una gestión más segura de desechos radiactivos.

Así, el Gobierno de Corea del Sur denominó oficialmente la nuclear como energía limpia. La decisión se vio influida en cierta medida por la conclusión a la que llegó en julio el Parlamento Europeo tras una larga polémica, de incluir las centrales nucleares en su taxonomía verde.

Como era de esperar, las industrias relacionadas aplaudieron la medida, pues da luz verde a las exportaciones de reactores nucleares. Sin embargo, persiste la angustia por la seguridad de las centrales y el riesgo de posibles accidentes. Eso ha generado una fuerte oposición de las asociaciones medioambientales, que aluden a amenazas tan serias como fugas radiactivas, y cuestionan si será realmente posible mantener procesos sostenibles, tanto de almacenamiento de combustibles nucleares como de tratamiento de desechos radiactivos. Además, surge la pregunta de si las iniciativas de descarbonización centradas en el fomento de la producción y en el uso de energías renovables no se debilitarán al centrar el Gobierno sus políticas energéticas en centrales nucleares.