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Hoy hablaremos de la malva rizada, una especie de planta herbácea originaria de Asia Oriental que data de muchos siglos atrás, y es particularmente popular en Corea y China. Según los registros históricos, en la antigua China consideraban la malva rizada como una de las cinco mejores hortalizas, mientras se presume que su cultivo se extendió a Corea hace muchos años, antes de la dinastía de Goryeo. 

El nombre de esta planta, “malva”, proviene de la palabra del latín “malache” que significa “suave”. Además de que sus hojas son muy blandas, el consumo de malva rizada ayuda al movimiento intestinal. De hecho, consumir diariamente 10 gramos de semillas de la malva en infusiones es bueno para aliviar el estreñimiento. 

En Corea, hay varios refranes que aluden a esta planta, incluido el que dice, “la sopa de malva rizada de otoño se come con la puerta cerrada”. Significa que ese plato es tan rico que no se comparte con nadie. Por este proverbio, muchos coreanos piensan que la temporada de la malva es otoño, pero en realidad se cosecha en verano, entre julio y agosto. 

La malva rizada es una planta muy beneficiosa para la salud. Es abundante en calcio, bueno para la salud ósea, en potasio que ayuda a controlar la presión arterial, y en betacaroteno, con efecto antioxidante. Además contiene gran cantidad de vitamina C y fibra dietética. En particular, destaca que su contenido en calcio es casi el doble de la espinaca, considerada un súper alimento por los occidentales. 

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En la gastronomía coreana, se aprovechan las hojas y tallos tiernos de la malva rizada. Uno de los platos coreanos más representativos que se elabora con este ingrediente es la sopa de malva rizada. Es muy fácil de preparar, así que les invitamos a probarla. 

Los ingredientes necesarios son: 150 gramos de malva rizada, un ají picante, dos trozos de alga kelper, cinco anchoas secas, una cuchara de pasta de soja fermentada (doenjang), media cuchara de ajo molido y un poco de sal. 

Primero, en una olla ponemos cinco vasos de agua, las anchoas secas y el alga kelper, y dejamos hervir todo durante unos 15 minutos. Luego colamos los ingredientes y dejamos solo el caldo. 

Por otro lado, lavamos al agua las malvas rizadas, quitamos la capa superior del tallo y las cortamos en trozos de unos 3 o 4 en centímetros de largo. Ahora, disolvemos la pasta de soja en el caldo y lo hervimos. Agregamos las malvas rizadas y una pequeña cucharadita de sal. También añadimos el ají picante cortado en juliana, y lo dejamos hervir unos minutos más a fuego medio. ¡Y ya está! Lo servimos en un cuenco y lo disfrutamos con arroz blanco.