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La granada es uno de los primeros cultivos del hombre, junto con los olivos y las uvas, el cual ya crecía en páramos entre los años 3000 y 4000 antes de Cristo. Hoy hablaremos de esta fruta que está de temporada en Corea entre septiembre y diciembre. Les cuento que el primer cultivo de granada en la historia de la humanidad comenzó cuando los iraníes, que accidentalmente descubrieron los beneficios de la fruta, la trasplantaron desde las montañas a sus jardines. Los iraníes apreciaban mucho este manjar e incluso lo llamaban el “fruto del cielo”. Más tarde, el cultivo de la granada se extendió a otras regiones, incluidos Egipto y Grecia, y desde allí, al resto del mundo. 

Los coreanos también conocían este fruto desde bastante tiempo atrás, y de hecho, el libro de medicina tradicional coreana Donguibogam, de la dinastía Joseon, describe muy detalladamente las propiedades no solo de su pulpa sino también de la cáscara y flor.  

La granada es también valorada como una de las frutas rojas más representativas, y ayuda a mejorar la circulación de la sangre. Hay estudios que han demostrado que las personas que consumen granadas tienen menos probabilidades de padecer enfermedades cardiovasculares y cáncer, sobre todo, de mama y cervicouterino. También hay registros históricos que dicen que algunas de las mujeres consideradas como las más atractivas de la época, por ejemplo Cleopatra de Egipto o Yang Guifei de la Antigua China, disfrutaban de la granada para mantener una buena piel. ¿Y por qué? Esta fruta es abundante en estrógeno, componente que estimula la producción de colágeno y elastina, los cuales son un importante soporte para la piel. Por esta razón, algunas marcas de cosméticos incluyen este ingrediente entre sus productos. 

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La granada cuenta con una superficie ligeramente rugosa y un color rojo claro. A la hora de elegir esta fruta, les recomiendo evitar aquella cuya piel esté demasiado roja, pues puede contener muchos granos blancos en el interior.  

Hay muchas formas de disfrutar de este ingrediente. Se puede consumir fresco, pero también en forma de gelatina, jugo, helado, o como decoración de diversos platos. Hoy les invitamos a probar el jugo de granada, que es súper fácil y sabroso.

Los ingredientes que deben preparar son: una granada, un limón, medio vaso de agua, un poco de azúcar y cubitos de hielo.

Primero lavamos bien las frutas al agua y las cortamos por la mitad de manera transversal. Exprimimos la granada y el limón usando un exprimidor manual de jugo, y mezclamos los extractos en un vaso. Luego, agregamos encima medio vaso de agua mineral o con gas, cubitos de hielo y dos o tres cucharitas de azúcar. Pueden ajustar la cantidad de azúcar a su gusto. ¡Y nada más!