El blues de Año Nuevo (새해전야)

Con una narrativa interconectada que cambia entre cuatro parejas diferentes, ‘El blues de Año Nuevo’ parece contar con todo lo que a un aficionado a la comedia comántica puede gustar. Básicamente, muestra a cuatro parejas. Una de ellas es la formada por el atleta paralímpico Raehwan, interpretado por Teo Yoo, y la florista Owol, personaje al que da vida Suyeong, una pareja que ya lleva varios años de noviazgo y empieza a tener problemas a partir de las fricciones que mantiene por el agente de Raehwan. Sin embargo, aquí, quien se roba las escenas no es ni Teo Yoo ni Suyeong, sino la veterana Ye Soo Jung, que personifica magníficamente y con una energía muy especial a la dulce y cariñosa madre de Owol.

De las cuatro historias, la más dinámica es una que narra un amor que supera fronteras: el amor que nace entre el agente de viajes Yongchan, que es timado por uno de sus empleados, interpretado por Lee Dong Hwi, y su novia china Yao Lin, papel que representa la actriz china Chen Duling. Esta pareja también enfrenta problemas, pero no tanto por culpa de ellos, sino por las dificultades económicas que sufre Yongchan tras ser víctima de un fraude, que complican su plan de casarse. La historia de esta pareja no es algo fuera de este mundo, no obstante es conmovedor ver cómo todos los directa e indirectamente involucrados, incluyendo la hermana de Yongchan, trabajan y cooperan para que la relación funcione y la pareja pueda iniciar felizmente una nueva etapa en sus vidas juntos.

En tanto, las dos parejas restantes son la de Jinah y Jaeheon, que se conocen en Buenos Aires, Argentina, en un viaje impulsivo que realiza la primera, y la de Hyoyeong, una fisioterapista, y Jiho, un detective policial, que inician una relación al solicitar la primera protección. Ambas historias son tiernas y en ellas brillan los atractivos de los protagonistas: Lee Yeon Hee y Yu Yeon Seok como la pareja que se conoce en Argentina, y Yoo In Na y Kim Gang Wu como Hyoyeong y Jiho respectivamente.

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Rostros del cine coreano: Jung Woo Sung

Jung Woo Sung debutó en 1994 en la película ‘Gumiho(구미호)’. Desde su primera película el actor llamó la atención, no tanto por su buena actuación sino por su apariencia física. El público, sobre todo femenino, se enamoró inmediatamente de este galán de ojos melancólicos, rostro perfecto y simétricas proporciones. Sin embargo, la crítica le odiaba y con razón, pues sinceramente sus trabajos iniciales son mediocres. Claramente se nota que incluso los directores le veían solo como un imán para atraer al público femenino y así lo utilizaban en sus películas. En todo caso, en esta primera etapa nació la obra, hasta ahora recordada como una de las más exitosas en la filmografía de Jung Woo Sung: ‘Beat’ de 1997. Para Jung Woo Sung esta obra guarda un enorme significado, pues a partir de ella comenzó la segunda etapa de su carrera, llena de importantes éxitos taquilleros y en la que empezaron a mejorar las críticas sobre su actuación.

En todo caso, la imagen que muchos espectadores tienen de Jung Woo Sung es la de actor de películas de acción. De hecho, es uno de los mejores de la pantalla grande de Corea para ese género, no solo por cómo ejecuta a la perfección los duros movimientos físicos que demandan las películas de acción, sino también por las líneas que dibuja en el aire con su físico de proporciones ideales, algo que ningún otro actor puede imitar ya que es algo innato. Dicho esto, la producción en la que brilla más la acción de Jung Woo Sung es ‘El bueno, el malo y el raro(좋은 놈 나쁜 놈 이상한 놈)’, del director Kim Ji Woon, en la que aparece disparando una escopeta sobre un caballo, cabalgando sin siquiera agarrar las riendas a través del desierto, creando así algunas de las secuencias más extraordinarias y dinámicas del cine coreano.

En los últimos años Jung Woo Sung trabajó arduamente para diversificar su filmografía, tratando de no encasillarse en géneros determinados como acción y romance. En este sentido, destacan las actuaciones mostradas en cintas como ‘El rey(더 킹)’, donde dio vida a un fiscal con ambiciones políticas e hizo alarde de su talento para las escenas cómicas, o ‘Testigo inocente(증인)’, donde interpretó a un abogado de buen corazón, probando que también sabe haber drama.