Sombras del corazón (아무도 없는 곳)

El largometraje ‘Sombras del corazón’ empieza con Changseok, el personaje central, sentado en una cafetería con una mujer joven. Esta cree que el hombre en frente suyo es alguien que una amiga quiso presentarle, y que esa amiga se las arregló para concertar la cita. Sin embargo, a medida que avanza la conversación entre ambos, entre líneas se lee que la mujer es en realidad la versión joven de la madre de Changseok, que ahora sufre de Alzhéimer y ha perdido su pasado. En otras palabras, la mujer vive en el pasado y para ella la cita no es con Changseok, o sea su hijo, sino la cita a ciegas en la que conoció al padre de este. 

Además de a la “versión joven” de su madre, Changseok, un escritor que hace poco regresó del exterior tras fracasar su matrimonio, escucha las historias de tres personas más: una mujer que se vio obligada a abortar por fuerza mayor, un pobre fotógrafo que tiene una mujer con enfermedad terminal y una camarera que casi muere en un accidente. A ellos también les cuenta su historia. Aquí, ni los interlocutores de Changseok ni el espectador saben con certeza si lo que narra Changseok son historias reales o producto de su imaginación. Sus historias dan la impresión de estar en algún punto entre la realidad y la ficción, entre la verdad y la mentira, y es difícil descifrar por qué y cómo esas historias se gestaron en su interior y salieron al mundo a través de su boca. Sin embargo, y aún así, sus historias captan la atención, mientras que la verdad y la mentira se entremezclan y los límites del arte que bosqueja Changseok se desdibujan. De este modo, la película en sí se convertie en una gran obra de arte creada por Changseok, y quienes la contemplan sienten como si estuvieran en una mística niebla en un lugar muy lejano. 

Rostros del cine coreano: Kim Ki Young

Kim Ki Young es un artista sin parangón en la historia del cine coreano. Quienes le conocieron aseguran que fue un genio excéntrico, un hombre con una visión claramente distinta de la de sus contemporáneos, que vertió en sus películas. Creador de obras que en ningún momento de su vida quiso definir mediante ‘-ismos’, solo como reflejo de su inconciencia. 

Kim Ki Young nació en 1919 y falleció en 1998. Su primera película fue un documental que produjo para la oficina del Servicio de Información de Estados Unidos en Seúl, titulado ‘Yo soy un camión (나는 트럭이다)’. Estrenado en 1953, este documental es una obra muy peculiar sobre un camión de las Naciones Unidas que tras la Guerra de Corea quedó en desuso, narrada en primera persona por el propio camión, al cual el realizador da voz humana. Sin embargo, el debut comercial de Kim Ki Young fue el largometraje de ficción ‘La caja del cadáver (죽엄의 상자)’ de 1955, después del cual nació la llamada “serie Hanyeo”, una famosa trilogía caracterizada por dar protagonismo a las mujeres convirtiéndolas en dueñas y promotoras de sus propios deseos, así como en sujetos de la lucha interclasista, algo totalmente revolucionario para esa época en el cine coreano, donde los personajes femeninos eran secundarios o meros accesorios en el desarrollo narrativo. Esta serie incluye las películas ‘Hanyeo (La mucama, 하녀) de 1960, Hwanyeo (Mujer de fuego, 화녀) de 1963 que marcó el debut en la gran pantalla de Youn Yuh Jung, primera surcoreana en obtener un Óscar, y Chungnyeo (Mujer insecto, 충녀) de 1972, también protagonizada por Youn. 

Los críticos evalúan que el cine de Kim Ki Young es único y magistralmente grotesco, cualidades que reflejan claramente la filosofía que tuvo este director en vida, basada en un fuerte rechazo a los formalismos, las ideologías, los sistemas establecidos y los dogmas. También fue un artista que no solo dotó a sus producciones de historias revolucionarias y extraordinarios detalles del género de películas de culto, sino de una elevada calidad estética, creando con mucho esmero y visión artística la escenografía y todo el mis-en-scene, desde el diseño del empapelado hasta la decoración con vitrales y el uso de objetos cuidadosamente seleccionados, como relojes de formas clásicas. Una dirección artística que influyó en gran medida a cineastas posteriores, como Park Chan Wook, famoso por sus hermosas y originales puestas en escena, y que en reiteradas ocasiones confesó que una de las películas que más le gusta es ‘Mujer que persigue mariposas asesinas (살인나비를 쫓는 여자)’ de 1979 del director Kim Ki Young y ‘Hwanyeo 82’, un remake de ‘Hwanyeo’ que su propio realizador hizo en la década de 1980.