Introducción (인트로덕션)

El ya breve tiempo de duración de la película ‘Introducción’ se divide en dos partes, en mitades separadas por un par de años. Ambas partes, en términos generales, se centran en una introducción intergeneracional. Primero, Juwon, una estudiante que aprende moda en Berlín, conoce a una artista, vieja amiga de su madre, que termina manteniéndola hasta que se establezca. Dos años más tarde, de vuelta en Corea, el exnovio de Juwon, Youngho, quien estaba tan enamorado de ella que hasta viajó a Berlín en una visita caprichosa, conoce a un actor famoso que es amigo de su madre. El viejo actor también está familiarizado con su padre médico, que aparentemente se alejó de su hijo por alguna razón. Esto, en realidad, se sabe en las escenas iniciales de la cinta, donde se desarrolla una consulta al médico, por la que el actor pasa inesperadamente retrasando la misteriosa cita de Youngho con su padre.

Como siempre ocurre con las películas de Hong Sang Soo, ‘Introducción’ es mucho más complicada de lo que parece, especialmente al ser su tercera película en el trote para evitar líneas de tiempo tipo pretzel, que antes eran como una insignia del director, en favor de una cronología más sencilla, aunque con un gran espacio en medio y una secuencia de sueños que se presenta como prosaicamente real. Los fans más asiduos de Hong Sang Soo saben o intuyen que es la forma de presentación de este director lo que hace que sus películas sean tan deslumbrantes o tan exasperantes, mientras que las interacciones en ellas están llenas de pausas e incomodidades, algunas realistas, otras intensificadas hasta un efecto casi teatral. El cine de Hong es un cine de patrón oblicuo, un eco imperfecto, una repetición que cambia ligeramente de significado con cada nueva línea.

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Rostros del cine coreano: Lee Kyung Mi

Lee Kyung Mi debutó como directora de cine en 2003 con el cortometraje ‘Audición (오디션)’, pero fue en 2004 cuando empezó a captar la atención de la industria cinematográfica, tras presentar su segundo corto titulado ‘Feel Good Story (잘돼가? 무엇이든)’, una historia breve pero perfectamente narrada en pantalla sobre la identidad de las mujeres que trabajan en la sociedad surcoreana y la solidaridad entre ellas. Con esta obra Lee Kyung Mi obtuvo muchos premios, incluyendo el Premio a la Mejor película en el Festival Internacional de Cine de Mujeres de Seúl. A este reconocimiento le sucedieron otros por trabajos como guionista de películas, hasta que finalmente debutó comercialmente como directora de cine en 2008 con ‘Miss Zanahoria (미쓰 홍당무), una película tan extraña, diferente y franca que no tiene comparación en el cine coreano.

Lee Kyung Mi no es una cineasta productiva: necesita tiempo para preparar nuevos proyectos y para desarrollarlos. Por eso tardó siete años para realizar su segundo largometraje después de Miss Zanahoria. Ese largometraje, el segundo de su filmografía, es ‘La verdad oculta (비밀은 없다)’, que si bien proyecta un ambiente totalmente diferente del anterior, pues toma prestado el género de thriller, es igualmente extraño, imaginativo y raro en el mejor sentido de la palabra.

La filmografía de Lee Kyung Mi es relativamente breve, precisamente por la manera que tiene de trabajar, con tiempo, sin prisa, y con mucha meditación. Sin embargo y aunque pequeño, el portafolio de esta cineasta es rico porque todas sus obras son de calidad. Son producciones que vale la pena ver y que ofrecen diversos estímulos al espectador, además de temas para reflexionar, como el cortometraje ‘La mujer del apartamento 406 (아랫집)’, donde presenta un personaje femenino único en el cine coreano como siempre ha hecho desde comienzos de su carrera, y ‘Persona (페르소나)’, una película ómnibus protagonizada por la cantante y actriz IU, uno de cuyos cuatro capítulos fue dirigido por esta cineasta.