El hombre que pinta gotas de agua (물방울을 그리는 남자)

En enero de 2021 falleció Kim Tschang Yeul, uno de los grandes artistas de Corea, a la edad de 91 tras dedicar medio siglo de su vida a crear pinturas luminosas de gotas de agua, inspiradas en el trauma de la guerra y la filosofía oriental. La noticia entristeció al círculo de arte no solo de Corea, sino de todo el mundo, y también a los fans de sus obras, realizadas con un meticuloso cuidado, que muestran unas gotas que parecen asentarse milagrosamente sobre sus lienzos en bruto, o bien deslizarse por ellos dejando un rastro de humedad. Gotas que brillan con la luz y proyectan sombras, y aunque vívidamente presentes, siempre están a punto de desaparecer. Sobre ellas, el pintor, versado en el budismo zen y el taoísmo, declaró en una entrevista pasada que el objetivo de sus tranquilas pinturas era disolver todo en gotas de agua y devolverlo transparentemente a la nada, ya que solo convirtiendo la ira, la inquietud y el miedo en vacío, creía posible experimentar paz y armonía.

‘The Man Who Paints Water Drops’, o ‘El hombre que pinta gotas de agua’, es un documental dirigido por Oan Kim y Brigitte Bouillot. Destaca la vida de Kim Tschang Yeul, “el pintor de gotas de agua”, y el significado de este motivo en su arte a través de unas escenas repletas de poesía y música. Una coproducción surcoreano-francesa, la cinta ganó el premio Silver Horn (el Cuerno de Plata) en el Festival de Cine de Cracovia en Polonia en junio de 2021. 

Uno de los realizadores del documental es Oan Kim, fotógrafo y videoartista radicado en París, Francia. Es el segundo hijo del artista Kim Tschang Yeul, de ahí que la película, más allá de ser el documental sobre un célebre artista y la grandiosidad de su arte, es la confesión de un hijo hacia su padre, el proceso y fruto del largo viaje que hace para comprender la vida y el mundo creativo de su padre, sobre todo el más importante motivo de sus pinturas: las gotas de agua y su tremenda obsesión por pintarlas. De hecho, Oan Kim comentó en una entrevista que el rodaje del documental le permitió pasar más tiempo con su padre y pudo hacerle preguntas que siempre guardaba en su interior, pero que no había podido plantearle. 

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Rostros del cine coreano: Gong Yoo

Gong Yoo debutó como actor haciendo extras y papeles secundarios en televisión. Su primer trabajo para la gran pantalla fue ‘Mi amiga tutora (동갑내기 과외하기)’, un estreno de 2003 donde tuvo un rol periférico. En ese film, lamentablemente su presencia pasó inadvertida, sin embargo la activa carrera que desarrolló a comienzos de la década de 2000 le permitió conseguir el papel central de otra película: la comedia romántica ‘La chica espía (그녀를 모르면 간첩)’, que si bien no fue un éxito rotundo en la taquilla, le sirvió para darse a conocer entre directores y productores. Sin embargo, no fue hasta la década de 2010 cuando Gong Yoo empezó realmente a destacar en cine, siendo la obra que le permitió dar un salto grande ‘Buscando al Sr. Destino’, mejor conocida por su título original en coreano ‘김종욱 찾기’ o ‘Buscando a Kim Jong Wuk’, una película muy bien recibida tanto por el público como por la crítica.

Después de ‘Buscando Kim Jong Wuk’, a Gong Yoo le llegaron numerosas ofertas, sobre todo para protagonizar comedias románticas, algo obvio considerando que sus dos primeras películas fueron de dicho género. No obstante, Gong no optó por el camino fácil y aceptó papeles bastante polémicos, como el que ejecutó en el film ‘Crisol (도가니)’, basado en un caso de la vida real sobre los abusos sexuales cometidos en una escuela de educación especial contra estudiantes discapacitados, o el personaje de un espía norcoreano exiliado en Corea del Sur tras ser traicionado por su país y perder a toda su familia, que representó en la película ‘El sospechoso (용의자)’ de 2013.

Lo que pasó tras El sospechoso en la carrera de Gong Yoo es conocido por todos, pues poco después del estreno de esa obra, aunque no fue precisamente por esta producción, consiguió una fama y una popularidad nunca antes experimentada en su vida como actor, con el éxito tanto en la taquilla como en la crítica de casi todas las producciones en las que participó, empezando por la serie televisiva ‘Dokkaebi’, la película de zombis del director Yeon Sang Ho, ‘Tren a Busan (부산행)’, y ‘La edad de sombras (밀정)’ del cineasta Kim Ji Wun, donde actuó al lado del gran Song Gang Ho.