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Viajar a Gyeongju es agradable en cualquier época del año, pero yo recomendaría visitar esta ciudad en primavera, con días templados y perfectos para caminar, pues la mejor manera de conocer Gyeongju es caminando o en bici, pues muchos sitios históricos que son visita obligada están muy próximos entre sí. Además, si van en coche se perderán la oportunidad de sentir el ambiente y la energía de esta ciudad, claramente distinta de otras ciudades de Corea.

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Daereungwon, el complejo de tumbas reales del Silla que se conservan desde hace más de 1.400 años y hoy en día armonizan con la vida diaria de los habitantes locales del modo más natural. En realidad, ver esas tumbas entre casas actuales, coches y negocios permite tener al viajero la sensación de trascender tiempo y espacio. Daereungwon consta de 23 tumbas que ocupan una superficie de unos 600 mil metros cuadrados, y en una de ellas puede visitarse el interior. Es Cheonmachong y permite apreciar cómo se construían las tumbas en tiempos de Silla.

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Cheomseongdae queda justo enfrente de Daereungwon. Sobre este patrimonio cultura, varias hipótesis señalan que fue un observatorio astronómico, que sirvió como altar para rituales religiosos, o quizá fue un reloj de arena. De momento, la que los historiadores consideran más verídica es aquella que indica que fue un observatorio astronómico por la piedra de la cima, cuya forma se asemeja al signo musical de sostenido(#). Se piensa que esa piedra servía para indicar los puntos cardinales y sobre ella colocaban instrumentos de observación astronómica.

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Un sitio de interés, especialmente para quienes aman la historia, es aquel de los restos de Bunhwangsa y Hwangryongsa, dos templos budistas construidos durante el reino de Silla que se perdieron en siglos posteriores. En la actualidad, de Bunhwangsa se conserva el Mojeonseoktap, una edificación de piedra que ahora presenta tres plantas, aunque estima que originariamente era más alta.

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De Hwangryongsa solo queda el predio que antaño ocupaba el templo. Para saber cómo era, es recomendable visitar la Sala Histórica de Hwangryongsa, que presenta documentos sobre la historia de ese templo, así como una réplica de la famosa Torre de Madera de Nueve Plantas o Hwangryongsa Gucheung Moktap. Aunque las dimensiones de la réplica apenas son la décima parte del original, deja entrever la ambición del reino de Silla de ampliar su hegemonía. La torre fue construida en el año 645 plasmando el sueño de Silla de imponerse sobre los nueve reinos vecinos que le rodeaban. Tres décadas después, en 676, Silla conquistó Goguryeo y Baekje, y expulsó a las fuerzas de la Dinastía Tang de China, logrando unificar la península coreana. 

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El Museo Nacional de Gyeongju es el lugar perfecto para quienes desean saber más sobre la historia de Silla y la grandiosa herencia cultural, artística y budista de aquel reino. Información sobre el museo, su colección y las exhibiciones en marcha está disponible en https://gyeongju.museum.go.kr