El Gobierno ha fijado para 2021 la meta de normalizar las relaciones intercoreanas, contribuyendo a reactivar el diálogo entre Corea del Norte y Estados Unidos, y restaurando los contactos directos entre Seúl y Pyongyang. 

Para ello, aprobó el Plan de Acción para el Progreso de las Relaciones Intercoreanas 2021, que aboga por esforzarse para que el régimen de Kim Jong Un y la administración de Joe Biden puedan retomar el diálogo. Dichos esfuerzos incluyen consultas estrechas y activa cooperación con el nuevo Gobierno estadounidense en el camino hacia la desnuclearización y el establecimiento de un sistema de paz en la península coreana. 

También proponen medidas para reactivar las relaciones intercoreanas, empezando por reanudar los encuentros intergubernamentales de alto nivel en diversos ámbitos, así como los canales de contacto directo, como la línea de comunicación intercoreana, que Pyongyang bloqueó al demoler la oficina de enlace en Gaesong en junio de 2020.