La temperatura en Seúl ha aumentado unos dos grados en los últimos cien años, mientras que el promedio de aumento en las seis mayores ciudades de Corea fue de 1,6 grados.
Este dato implica que el calentamiento de las grandes ciudades duplica la gravedad que en las más pequeñas.
Básicamente, la subida de temperatura se percibe más en primavera e invierno. En Seúl, sin ir más lejos, el río Han se congelaba con frecuencia y hasta podía servir como pista de patinaje, fenómeno apenas se da en actualidad.
Al subir la temperatura media, el invierno coreano, que hace cien años era la más larga de las cuatro estaciones, se ha acortado en 22 días, y en cambio el verano coreano ha ganado unos 20 días respecto a hace un siglo, siendo ahora la estación más larga. Simultáneamente, han aumentado las lluvias torrenciales, las olas de calor y las noches de trópico -con temperatura superior a 25ºC- en temporada estival.
Los climatólogos recuerdan que si la humanidad fracasa en frenar el calentamiento global, a finales del siglo XXI, el verano durará medio año.