Ministros de Exteriores y de Desarrollo del G7 se reunieron en Londres los días 4 y 5 de mayo. En la declaración conjunta emitida tras el encuentro, instaron a Corea del Norte a no cometer provocaciones y a reanudar las negociaciones sobre desnuclearización. 

Los cancilleres del Grupo de los Siete reafirmaron su objetivo de desmantelar cualquier arma de destrucción masiva ilegal de Corea del Norte de forma completa, verificable e irreversible, apoyando el esfuerzo de Estados Unidos y la nueva estrategia de la administración de Joe Biden. 

También expresaron su preocupación por la situación de los derechos humanos en Corea del Norte, ante los fuertes controles fronterizos y los retos que plantean para el bienestar de los más vulnerables. 

Asimismo, abordaron el programa nuclear iraní, problema que inquieta seriamente a los minstros del G7, especialmente al aumentar el nivel de concentración de uranio. Sin embargo, dieron bienvenida a los recientes movimientos para restaurar el Plan de Acción Integral Conjunto, que permitiría a Estados Unidos y a Irán retomar recíprocamente sus obligaciones y garantizaría el uso pacífico del programa nuclear de dicho país de Oriente Medio.
 
Pese a todo, los ministros de Exteriores del G7 lanzaron fuertes críticas contra Irán por financiar y ofrecer armas a organizaciones armadas de Oriente Medio, así como por alimentar la proliferación balística. Así, hicieron un llamado a Teherán para frenar el desarrollo de misiles, que va contra la resolución 2231 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, y a ejercer un papel constructivo por la paz y la estabilidad regional.