Los soldados y oficiales que integran la 34ª expedición de la Unidad Cheonghae, el destacamento de la Fuerza Naval surcoreana desplegado en el golfo de Adén, regresaron a Corea del Sur, tras reportar un brote masivo de COVID-19. 

Más de 300 efectivos llegaron en la tarde del martes 20 a la Base Aérea de Seúl en Seongnam, mediante dos aeronaves de transporte militar equipadas con sistema preventivo de contagios. 

Entre los retornados también se incluyen los dieciséis tripulantes que dieron positivo y estaban bajo tratamiento en un hospital local. 

Tras llegar a Corea, todos se someterán a pruebas PCR. Aquellos que necesiten tratamientos especiales serán ingresados en un hospital militar, y el resto será trasladado a centros habilitados para aislamiento por coronavirus. 

Además, un equipo especial integrado por 148 efectivos de la Armada, se encargará de traer de vuelta al país el buque Gran Rey Munmu, de la Unidad Cheonghae, misión que demorará unos 50 días. 

Según informó el lunes 19 el Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de Corea, el 82,1% de los soldados y oficiales de la 34ª expedición de la Unidad Cheonghae, desplegada en aguas africanas para misiones de antipiratería, están contagiados de COVID-19. 

En concreto, 247 de los 301 tripulantes dieron positivo y cincuenta negativo, mientras cuatro figuran como indeterminados.