Moon Jae In ha expresado que la era actual exige cambios trascendentales y que la gran apuesta de su administración será lograrlos.
Durante una reunión del Consejo de Ministros celebrada el martes 28, el presidente detalló que en el tramo final de su mandato se abocará con firme responsabilidad a la gestión del Estado, al considerar "un deber personal" superar la actual crisis y preparar las bases para "una nueva Corea".
Al repasar los temas más acuciantes, mencionó el repunte del COVID-19 tras el feriado de Chuseok, y la situación del país pues, si bien a nivel macroeconómico muestra claras señales de recuperación, la población no siente esa mejora en su vida cotidiana. Así, el presidente se comprometió a esforzarse por superar totalmente la pandemia e impulsar una recuperación "más inclusiva".
Como síntomas favorables, aludió a la progresiva normalización del mercado laboral, indicando que el empleo logró en agosto una recuperación del 99,6% respecto al nivel previo a la pandemia.
Sin embargo, en cuanto al comercio, admitió que muchas personas todavía ven amenazada su supervivencia por la crisis actual, principalmente en el sector de servicios presenciales, y anticipó que intentará agilizar las ayudas previstas en la ley de compensación de pérdidas que entrará en vigor el 8 de octubre.