La Casa Blanca ha condenado el reciente ensayo balístico de Corea del Norte, al considerar que incumple las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y supone una amenaza para la estabilidad regional. 

Durante una sesión informativa ofrecida el martes 19, la portavoz presidencial de Estados Unidos, Jen Psaki, enfatizó que pese a todo, Washington mantiene la promesa de proteger a Corea del Sur y Japón como aliados. En tanto, exhortó a Pyongyang a abandonar las provocaciones y a reanudar el diálogo, además de insistir en que la administración de Biden sigue dispuesta a negociar sin condiciones en cualquier momento y en cualquier lugar. 

Destacó que Corea del Norte debería dejar las amenazas y acceder a un diálogo constructivo, al tiempo de resaltar que los ensayos balísticos norcoreanos reflejan la urgencia de reanudar el diálogo y utilizar siempre la vía diplomática. 

En la misma línea se pronunciaron los negociadores nucleares de Corea del Sur, Estados Unidos y Japón, durante un reciente encuentro en Washington D.C., al coincidir en la necesidad de reactivar cuanto antes el diálogo, además de expresar al unísono su preocupación por los reiterados lanzamientos de misiles de Corea del Norte. En este contexto, acordaron seguir cooperando estrechamente y seguir de cerca la situación en la península coreana, con el objetivo de reanudar el proceso de paz. 

Por su parte, un alto cargo del Gobierno surcoreano resaltó que aunque los ensayos balísticos norcoreanos generan problemas, mantendrán la voluntad de resolver la situación a través del diálogo y la intervención diplomática.