El Tribunal Supremo concluyó el viernes 20 que los funcionarios públicos que filtraron información de positivos durante la pandemia no pueden ser acusados de divulgar secretos oficiales.
La Corte Suprema considera que la filtración de esos datos no supone una grave amenaza para el Estado y no puede considerarse como filtración de secretos oficiales.
Su dictamen confirma las sentencias en primera y segunda instancia que descartaban imputar a estos funcionarios por revelar secretos oficiales.
En enero de 2020, varios funcionarios fueron demandados por compartir con familiares datos personales de positivos, como nombre, edad o domicilio, entre otros.